Un intenso olor a chocolate y galletas impregna las calles de Zaanse Schans. Al otro lado del agua, una fábrica contrasta con los molinos de viento que, con sus aspas, acarician canales y paisajes verdes. Estos molinos un día sirvieron para producir alimentos como arroz, cacao, harina o aceite. También hubo una importante industria de papel.
En el siglo XVII, la región, bautizada por el río que la atraviesa, se convirtió en uno de los centros industriales más importantes del mundo, con más de 600 molinos impulsando la economía a través de sus canales. En el siglo XIX, el desarrollo de nuevas vías fluviales contribuyó a la bonanza del Zaans, consolidándola como la despensa de Países Bajos.
Hoy en día, la prosperidad industrial del Zaans aún se refleja en algunas fábricas y molinos. Los artesanos preservan las tradiciones locales, como la elaboración de zuecos de madera, especialmente en Zaanse Schans. Molinos y casitas de madera, pintadas en negro, verde y blanco, delinean los paisajes de este bello pueblo marcado por el agua. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los mejores lugares que visitar en un día desde Ámsterdam, debido a su cercanía con la capital y su rica muestra cultural.
Descubre Zaanse Schans
Numerosos museos ocupan las coquetas casas rehabilitadas de Zaanse Schans, mostrando la vida y cultura de la región del Zaanse. Entre ellos, el Museo de los Relojes, con muestras de relojes de cuco centenarios, y el Zaans Museum, donde aprender sobre la historia industrial, la cultura y el arte de la región. Claude Monet, quien vivió aquí cuatro meses, creó 25 obras inspiradas en estos paisajes, algunas expuestas en el museo. El Zaans Museum también exhibe trajes tradicionales y exposiciones interactivas.
Las casas alrededor del río están dedicadas a la fabricación de quesos y la artesanía de zuecos, ofreciendo tiendas donde adquirir estos productos y experimentar las actividades tradicionales. Para conocer el mecanismo de los molinos de viento, visita Het Jonge Schaap, un molino aserradero rehabilitado en 2007.
Gastronomía y Cultura
No faltan restaurantes en edificios históricos que reflejan el esplendoroso pasado del Zaans. D´Swarte Walvis es uno de ellos. Degustar una sabrosa sopa de mostaza en su terraza junto al río completará la visita. Además, aquellos que coman allí, tienen acceso gratuito a los museos y molinos de Zaanse Schans.
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Al norte de Zaanse Schans se encuentra Zaanbocht, la parte más bonita de Zaan en el pueblo de Wormerveer, otra visita recomendable.
Cómo Llegar a Zaanse Schans
Países Bajos cuenta con una buena red de transportes que conecta su capital con el resto del territorio. Para llegar a Zaanse Schans, toma uno de los autobuses que parten cada 20 minutos desde la Estación Central de Ámsterdam. El trayecto dura menos de 15 minutos. Recomendamos utilizar la tarjeta I Amsterdam City Card, que incluye acceso a muchos museos de Ámsterdam y otros lugares cercanos como este pintoresco pueblo.
Moverse por Zaanse Schans es fácil caminando por sus senderos a orillas del río Zaan. Navegar en barco por el río es otra forma maravillosa de apreciar sus molinos. Alquilar una bicicleta también es una opción estupenda para explorar la zona y llegar a otros puntos de la región fuera de los circuitos típicos.
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