Hemos entrado cuasi de golpe en un calor sofocante y la noche de hoy no ha permitido conciliar el sueño con tranquilidad en muchas zonas de la península. No es nada extraño en estos primeros días de julio, pero sí que de una u otra manera nos puede acaba afectando a la salud.
Pero hoy queremos destacar que estas fechas nos traen un problema quizás no muy conocido pero que hace sufrir a muchas personas: el sudor.
En mayor o menor medida nos afecta a todos y nos trae de cabeza en algunas circunstancias. Pero puede ser mucho peor.
Episodios de sudoración continua
¿Se imaginan tener episodios de sudoración continúa? ¿Que nuestras manos, axilas o pies estén continuamente empapados a causa del sudor?
Pues así es el día a día de muchos pacientes que padecen hiperhidrosis o exceso de sudoración. Una patología que puede afectar a las zonas ya citadas, pero también a toda la superficie corporal.
Afortunadamente se trata de una enfermedad que no reviste gravedad, pero que sí «tiene un considerable impacto en la calidad de vida de quienes la sufren», según explica el dermatólogo Miguel Aizpún Ponzán.
Y no son pocos los que la sufren.
Según la Fundación Piel Sana, se estima que el sudor excesivo afecta en torno a entre un 1,5 y un 2,8 por ciento de la población española, lo que representa una incidencia en torno al medio millón de personas.
Síntomas de la hiperhidrosis
Camisas y camisetas permanentemente manchadas en la zona de las axilas, manos empapadas de sudor que dificultan tareas, como escribir, o convertían en un acto violento algo tradicionalmente tan sencillo como dar la mano, cuando era el saludo habitual.
El exceso de sudoración puede ser muy molesto para quien la sufre.
- Además, cuando este fenómeno se produce en los pies, el exceso de humedad puede provocar «el desarrollo de infecciones secundarias como la tiña pedis (pie de atleta) o el desarrollo de eczema», explica el doctor.
A esto hay que sumarle otros trastornos como el mal olor, o la dermatitis de contacto que provoca el exceso de sudoración.
Por qué se produce y cuándo aparece
Según explican desde la Clínica Universidad de Navarra, suele deberse a una hiperactividad de las glándulas sudoríparas por una hiperestimulación nerviosa.
Y pueden desencadenar la hiperestimulación de estas glándulas, entre otros:
- El aumento de la temperatura ambiental
- El ejercicio físico
- La ansiedad
- El estrés
- La fiebre
- Comidas picantes
- Alimentos ricos en especias
- Determinados fármacos,
Además, hay otras enfermedades que pueden provocar también hiperhidrosis, como por ejemplo:
- La fiebre de Malta
- Enfermedades neurológicas
- Tumores como el linfoma
- Tumor carcinoide
- Enfermedades generales como la diabetes mellitus
- La intoxicación alcohólica…
Suele aparecer durante la adolescencia, aunque también puede debutar en personas adultas.
Y es hereditaria en la mitad de los casos diagnosticados.
Cómo se trata el exceso de sudoración
Lamentablemente no existe una cura para esta patología dermatológica.
Los tratamientos existentes se centran en tratar de reducir los molestos síntomas, es decir, en reducir los niveles de sudoración.
En primer lugar, están unos fármacos anticolinérgicos que se administran vía oral con el fin de cerrar los conductos de las glándulas sudoríparas.
Pero desde la Fundación Piel Sana advierten que este tipo de medicamentos tiene efectos secundarios como:
- Desarrollo de visión borrosa
- Sequedad de boca
- Retención urinaria
Y estas tres consecuencias son habitualmente suuficientes para que la mayoría de los médicos decidan no utilizarlos.
La toxina botulínica ofrece los mejores resutados
En realidad, el tratamiento más usado y que mejores resultados ofrece es la toxina botulínica, popularmente conocida como botox. Se trata de una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum.
Para recibir el tratamiento con toxina botulínica en las manos será necesario anestesiar la zona antes de inyectar la neurotoxina. Si el problema está localizado en las axilas y se opta por esta técnica no será necesario dormir la zona.
Se trata de una técnica muy segura, sin apenas efectos secundarios.
Este tratamiento conseguirá que nuestras manos y axilas dejen de sudar en exceso durante entre 6 y 12 meses. A partir de ese momento habrá que repetir el tratamiento. Eso sí, siempre debe realizarlo y médico especializado.
Cómo reducir el exceso de sudoración
Aunque no se puede prevenir, los expertos en dermatología a través de la Fundación Piel Sana ofrecen algunos «trucos» para reducir el exceso de sudor en manos, axilas, pies u otras zonas de nuestro cuerpo.
- Los tradicionales polvos de talco pueden ser útiles en el caso de que la hiperhidrosis sea leve. Se pueden aplicar en los pies, en los pliegues debajo del pecho u otros.
- Lavarse con agua y jabón puede reducir las molestias que causa el sudor, pero con cuidado, porque si lo hacemos en exceso podemos causarnos una dermatitis.
- En el caso de que sea en los pies donde generemos más sudor, lo mejor es no utilizar el mismo calzado dos días seguidos. De esta manera nos aseguramos de que los zapatos tengan tiempo para secarse antes de volver a utilizarlos.
- Si nuestro problema está localizado en las axilas, es aconsejable utilizar desodorantes bien en spray, barra o loción que estén compuestos a base de sales de aluminio.
Se deben aplicar por la noche, después de una ducha más fría que caliente, y con la piel bien seca. Inicialmente deben utilizarse cada noche durante unas semanas y posteriormente sólo dos veces a la semana.