Aunque parezca poco común, es mucho más habitual de lo que crees. Llegas a casa tras un largo día de trabajo y de dispones a aparcar en tu plaza de garaje. Un garaje comunitario que compartes con otros vecinos sin problema alguno hasta que un buen día, otro coche que no es el tuyo ha estacionado en tu plaza. ¿Qué dice la ley y qué pasos puedes seguir para resolver este inconveniente bastante habitual en comunidades de vecinos?
“El que ocupare, sin autorización debida, un inmueble, vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantuviere en ellos contra la voluntad de su titular, será castigado con la pena de multa de tres a seis meses“. Esto es lo que dice el artículo 245.2 del Código Penal, aunque en la vida real no se suele aplicar como tal y lo mejor es encontrar otros métodos de resolver el conflicto.
Las soluciones más habituales a coches mal aparcados en un garaje comunitario
- Busca una solución amistosa: Lo primero es intentar resolver el problema de manera amistosa. Habla con los vecinos y trata de localizar al propietario del vehículo. Es posible que se trate de un malentendido o un error y se solucione rápidamente.
- Recoge pruebas: Si no obtienes respuesta y el vehículo sigue ocupando tu plaza, es fundamental que recojas pruebas del hecho. Toma fotografías del coche estacionado en tu plaza de garaje, asegurándote de que sean claras y muestren detalles identificativos del vehículo y de la ubicación.
- Denuncia: Con las pruebas en mano, puedes proceder a denunciar el hecho ante las autoridades. Presenta una denuncia en la policía aportando todas las pruebas gráficas que tengas. Recuerda mencionar el artículo 245.2 del Código Penal, que ampara tu denuncia.
- Consulta con tu administración de fincas: Notifica también a la administración de la comunidad de vecinos para que estén al tanto del problema y puedan intervenir si es necesario.
Si bien tienes derecho a denunciar, recomendamos que emplees el diálogo antes que la justicia. No solo porque un juez puede tardar años en darte la razón; también por el gasto económico que conlleva un proceso como este.