Una madre camina desesperada por las calles de su barrio de Madrid. Va al colegio a buscar al entrenador de voleibol que da clases a su hija de diez años. No sabe bien qué va a hacer ni qué va a decirle cuando se encuentre con él. Entonces ve a dos policías municipales y se acerca a ellos en busca de ayuda. Les cuenta que su hija ha sido agredida sexualmente. Por el entrenador de voleibol. Ocurrió la tarde del 19 de enero.
“Tengo algo que contarte, mami”
La reconstrucción de los hechos ha sido realizada con entrevistas con el entorno de los menores y fuentes del caso. La madre les dice a los policías que fue a buscar a su hija a clase de voleibol, pero que, de camino a casa, su hija no hablaba nada. Que, ya en casa, la vio en el baño, limpiándose una manchita de sangre. Que luego se tumbó en la cama y se echó a llorar. Que le dijo: “Tengo algo que contarte, mami“.
Le contó que la habían tocado, que le habían hecho daño “en sus partes”. Que había sido su profesor de voleibol. Así arrancó la investigación contra el entrenador Alexis, un venezolano de 50 años contra el que han presentado denuncia seis menores, de entre ocho y diez años.
“Di solo que te he medido”
La niña acude luego con su madre al Hospital 12 de Octubre. El médico de guardia la examina, comprueba que tiene una herida (eritema) en la zona vulvar y avisa al juzgado. La niña le ha contado que su profesor de voleibol la llevó al baño, según él para medirla. Allí le introdujo la mano en la región genital y le dijo: “no cuentes nada a tus padres, di solo que te he medido. Si no, iré a la cárcel y yo no he hecho nada malo”.
Después del hospital, la madre acude con su hija a la UFAM, la unidad de la Policía Nacional que investiga las agresiones sexuales a menores. Allí, la menor relata que aquella tarde, el 19 de enero, llovía en Madrid y que dieron la clase de voleibol en el gimnasio. Eran once o doce niños.
“El profe hacía ruido al respirar”
El profesor la llamó, la separó de sus compañeros y le dijo que la iba a medir. La llevó al baño. El entorno de la menor recuerda cómo lo contó ella: “Me colocó contra la pared y me midió los brazos, la cintura… Me apretaba las tetitas, se puso delante de mí y me levantó la barbilla y me medía el cuello. Entonces, metió su mano dentro de mi pantalón y me lo bajó. Y las braguitas también… El profe hacia ruido al respirar“.
La niña les explicó después que el profesor le dijo que “no podía contar nada a nadie, ni a mis papás, lo que me había hecho, porque si no, le iban a mandar a la cárcel“. Luego, volvió con ella junto a sus compañeros y dijo varios nombres en voz alta, les iba a llevar a un equipo de voleibol. A ella le dijo que era “su candidata” favorita para jugar en el equipo. Les dio chocolate.
Otras niñas
La madre de la víctima habló con otras madres de niños que hacen voleibol con el mismo profesor y explicó que “esto podría haber sucedido a otras niñas con la excusa de meterlas en el baño para medirlas”.
Los investigadores localizan a otras cinco posibles víctimas. Son cuatro niñas y un niño, todos tienen entre ocho y diez años. Todos acuden a clases de voleibol con Alexis, un profesor venezolano de 50 años que ha pedido asilo político en España y lleva tres años como entrenador de niños en dos colegios.
¿”Dónde está tu ombligo?”
Una niña explicaría que ella entró en el baño cuando el entrenador estaba con su amiga. Añade que a ella también la midió, para ver si crecía, que le dijo que tenía un hombro más largo que el otro. “Me preguntó dónde estaba mi ombligo, le señalé y él me dijo: te voy a tocar un poco. Me lo dijo varias veces y me tocó la parte baja, despacito, con la cinta roja”.
Otra de las menores, una niña que estudia cuarto de Primaria, recordó que el profesor le daba abrazos y besos de forma habitual, que a veces lo hacía por su espalda y le tocaba los pechos. Su madre sufría porque, desde hacía un par de meses, la niña estaba rara y tartamudeaba cuando iba a contarle cosas, algo que nunca le había ocurrido antes.
Miedo al colegio
La madre de otra niña, de ocho años, también había notado un cambio en su hija desde hacía meses. La niña tenía miedo de ir al cuarto de baño, lloraba frecuentemente, no quería ir al colegio…
La mujer pidió una tutoría en el colegio por si estuviera sufriendo bullying, pero le dijeron que no ocurría nada raro con su hija. La niña le contó que su profesor de voleibol les hacía muchos regalos, casi siempre chuches, también un llavero con un corazón y la fotografía de cada uno de ellos dentro.
“Bájate los pantalones”
Esta niña relató a su familia que una tarde durante las clases el profesor le pidió que le acompañara al cuarto donde se guardan los balones. Y que allí le tocó “sus partes” y le pidió que se bajara los pantalones. Ella le dijo que no, porque sus padres le habían dicho que esas cosas no estaban bien. Pero el hombre se acercó y restregó sus partes íntimas contra ella.
“El profesor es un guarro”
Otra niña explicó a su familia, y luego a la policía, que su entrenador era divertido y cariñoso. Que iba en chándal y se rascaba y tocaba delante de todos. Además, añadió otra historia y otra víctima. Su mejor amiga. Afirmó que fue al cuarto de los balones con el profesor y que tardaron mucho en volver. Que cuando le preguntó a su amiga por qué habían tardado tanto, ella le contestó que el profesor era “un guarro” y que la había tocado.
Un niño de diez años, también alumno del profesor Alexis, también lo denunció. A su familia le contó que el hombre era muy cariñoso, especialmente con las chicas. Que les daba abrazos, chuches y, en Navidad, un llavero de voleibol con forma de corazón y la fotografía de cada uno. También dijo que a él le había agarrado “de las nalgas” en una ocasión.
“No es cierto”
El profesor Alexis fue detenido el 19 de enero. Se negó a declarar ante la policía, también a prestar una muestra de ADN, pero sí declaró ante el juez titular del número 28, que dirige la investigación. Su versión es que “no es cierto que les tocara en sus partes. Si lo hice, lo hice inconscientemente”.
Mantiene que medía a las niñas para rellenar el expediente que pide el ayuntamiento y controlar su crecimiento. Defiende que hizo esas mediciones a todos sus alumnos y siempre por encima de la ropa. El juez le dejó en libertad provisional con la prohibición de acercarse a los niños.
Alexis llevaba trabajando con ese club de voleibol desde el curso 2022-2023. Daba clases en dos colegios y en dos polideportivos de Madrid, y nunca había habido ninguna queja contra él. Era un monitor que formaba parte de un programa del ayuntamiento de Madrid para promover el deporte escolar. La Federación Madrileña de Voleibol es la que elige a los entrenadores.