El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha defendido este sábado que la migración será una prioridad de la próxima presidencia rotatoria de la Unión Europea, que Hungría ejercerá durante seis meses a partir del próximo 1 de julio.
El jefe del Ejecutivo húngaro ha subrayado que “resolver el problema migratorio” será uno de los ejes de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea (que se ejerce por rotación semestral) en el segundo semestre de 2024, cuando releve a Bélgica.
Desde Berlín, el mandatario húngaro ha acogido con satisfacción la posición del canciller alemán, Olaf Scholz, que sopesa la posibilidad de externalizar los procedimientos de asilo a países no pertenecientes a la Unión Europea.
Estas declaraciones llegan después de que Scholz anunciara este jueves que el Gobierno federal seguirá examinando los procedimientos de asilo en países no pertenecientes a la UE y presentará resultados concretos antes de diciembre.
En una entrevista al grupo de medios alemán Funke, Orbán ha asegurado que su Gobierno ya hace esto en los llamados “puntos calientes exteriores” en terceros países antes de dar luz verde a los solicitantes para entrar en el país.
“Si los inmigrantes quieren venir a Hungría, primero deben ponerse en contacto con una embajada húngara, por ejemplo en Belgrado, la capital serbia”, ha explicado el primer ministro.
“Resulta que tenía razón sobre mis advertencias”, ha declarado en alusión a la crisis de refugiados de 2015, cuando el mandatario alertó a otros Gobiernos europeos sobre su gestión de las fronteras. “Corréis un enorme riesgo si abrís vuestras fronteras a la inmigración ilegal (…). Esperemos a ver cómo será la sociedad alemana o francesa dentro de diez, 15 o 20 años”, dijo entonces.
En esta línea, Orbán ha defendido su política migratoria, argumentando que “el concepto de sociedad que (entonces) percibí con los refugiados es demasiado arriesgado para los ciudadanos húngaros”.
“Era obvio que no apoyarían la idea de la igualdad de derechos para las mujeres. Además, había una homofobia generalizada y una tendencia al antisemitismo. Los inmigrantes representaban cosas que yo identificaba como un peligro para los húngaros”, ha añadido.
Según la oficina estadística europea Eurostat, el año pasado solo se presentaron 30 solicitudes iniciales de asilo en Hungría, mientras en Alemania hubo algo menos de 330.000.
Estas afirmaciones se han producido apenas una semana después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) haya condenado a Hungría con una multa de 200 millones de euros y a una sanción de un millón por cada día adicional que el país se niegue a aplicar una decisión del TJUE de 2020 que obliga a Budapest a cambiar su política de protección y asilo.