En plena Eurocopa y con Países Bajos clasificada para los cuartos de final tras derrotar a Rumanía (0-3), Max Verstappen fue sometido a un test muy especial.
El piloto de Red Bull, líder destacado del Mundial, puso a prueba sus habilidades como entrenador de fútbol para Mobil 1 The Grid y preparó su alineación ideal con los pilotos de la parrilla.
El neerlandés apostó por un claro planteamiento defensivo con una línea de ocho formada por prácticamente todos sus rivales en la pista. El puesto central lo reservó para su compañero, Checo Pérez y, afirmando que no es un “entrenador ordinario” colocó a Ricciardo y Hulkenberg a ambos lados del mexicano con Carlos Sainz y Lando Norris en las bandas. Entre ellos, Albon, Leclerc y Piastri. El puesto de guardameta lo reservó para el japonés Yuki Tsunoda (RB).
Por delante de esa férrea defensa sólo dos excepciones, la de él mismo, situado como único atacante “para marcar los goles” y la de Fernando Alonso, situado en solitario en el centro del campo, repartiendo juego como centrocampista ofensivo.
El resto de la parrilla quedó fuera del 11 del seleccionador Max Verstappen.