Los dos detenidos por el cadáver que apareció descuartizado en la partida de Fontcalent en Alicante han asegurado ante el juez que encontraron a la víctima fallecida en la cama cuando llegaron a la casa y que se deshicieron del cadáver porque se asustaron. Así lo han sostenido ambos en una declaración ante el magistrado instructor que se ha celebrado este jueves para ratificar la prisión decretada contra ambos el lunes. Los implicados son un hombre y una mujer de 30 y 51 años de edad respectivamente que estaban viviendo en casa del fallecido en el Barrio Virgen del Carmen de Alicante.
Tras haberse acogido a su derecho a no declarar en la anterior comparecencia en el juzgado de guardia, los dos detenidos regresaron este jueves a la sede judicial para sostener que la víctima murió por causas naturales. Aunque en esta comparecencia solo respondieron a las preguntas de sus abogados y una vez que ya se había recibido un primer informe de la autopsia, en el que de momento y a la espera de pruebas más específicas no se puede determinar la causa de la muerte. Los detenidos están representados por los abogados Miguel Ángel Cánovas y Miguel Ángel Garijo. Los forenses han concluido en este primer informe que los únicos signos de violencia hallados son los cortes producidos por una radial y éstos se produjeron cuando el hombre ya estaba fallecido. Es decir, en el momento del descuartizamiento. El hombre detenido negó cualquier participación tanto en el desmembramiento como en la ocultación del cadáver y sostuvo que se marchó cuando lo encontraron muerto.
Como ya se adelantó, los primeros restos mortales, más concretamente el torso de la víctima, se encontraron calcinados en un camino rural en la Serreta la mañana del 17 de junio. Cinco días más tarde, el 22 de junio, se localizaban la cabeza y las extremidades, también calcinados. Las huellas permitieron la identificación del cadáver y los agentes se encontraron además con que los dos ahora detenidos estaban viviendo en la casa del fallecido. La investigación apunta a que el cuerpo fue descuartizado en el domicilio con una radial que compraron cinco días antes del hallazgo de los restos. Además, se detectaron extracciones bancarias de las cuentas de la víctima con posterioridad a su muerte.
Negar el homicidio
Los dos sospechosos han negado ahora ante el magistrado que el fallecido tuviera una muerte violenta. Según han manifestado, ambos se lo encontraron ya muerto tumbado en la cama cuando llegaron a la casa. No sabían si se debió a un golpe de calor o a un ataque al corazón, aunque en cualquier caso sostienen que no hubo un homicidio. Unas afirmaciones que se efectúan con el primer informe de la autopsia ya entregado en el juzgado y en el que los forenses no han podido establecer las causas de la muerte. El cadáver había sido desmembrado y quemado. Ni siquiera han encontrado más señales de violencia, más allá de los cortes efectuados con la radial. Pero éstos se produjeron cuando la víctima ya había fallecido. Por este motivo, las defensas inciden en que no se les puede imputar un homicidio cuando no está clara la causa de la muerte y en todo caso serían responsables de un delito de profanación de cadáver, que tiene unas penas de poco más de un año de cárcel. Por este motivo, reclamaron su puesta en libertad, aunque a la hora de redactar esta información seguían encarcelados. La Fiscalía pide que se les mantenga en prisión, a la espera de que se reciban otros informes de la autopsia. Entre ellos, hay una pericial de toxicología en el que se tratará de determinar si el fallecido pudo ingerir algún tipo de veneno.
El hombre detenido por estos hechos ni siquiera ha admitido su participación en el desmembramiento del cadáver. Según su versión, se marchó de la casa cuando encontraron al padre y fue una tercera persona quien habría ayudado a la mujer tanto para descuartizarlo como para el traslado. La Policía está tratando de comprobar si hay un tercer implicado en el crimen, aunque la hipótesis de la investigación es que el sospechoso sí participó en los hechos y que se trataría de una versión exculpatoria. Sobre la presencia del coche de este detenido en la zona donde aparecieron los restos y captadas por las cámaras de tráfico, este ha dicho que suele ir por allí a poner gasolina y niega que trasladara el cadáver. Al haber optado por responder solo a las defensas, la mujer ni siquiera fue interrogada sobre la supuesta colaboración de este tercer implicado. Se ha limitado a confirmar que se lo encontraron muerto y que se deshicieron del cuerpo. La presencia de este tercer implicado deberá ser determinada por los resultados de las huellas y restos de ADN recogidos en la vivienda.
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