Las compras online han aumentado considerablemente en los últimos años. Una de las empresas responsable de este cambio de tendencia en el consumidor es Amazon. La compañía estadounidense fue una de las pioneras en vender a través de Internet, y dispone de un comercio electrónico con gran variedad de productos.
En este contexto, los estafadores se han adaptado a los nuevos tiempos y aprovechan los cambios de comportamiento para elaborar nuevos timos. Es habitual que muchos compradores de Amazon desechen la caja de cartón a la basura, sin prestar demasiada atención al riesgo que conlleva. Se encuentra una pegatina con todos los datos de envío, y puede resultar peligroso si acaba en las manos equivocadas.
El “dumpster diving” es una estafa que consiste en hurgar en la basura para obtener datos personales de los ciudadanos y posteriormente, realizar un ataque privado o acceder a redes privadas.
Las pegatinas de envío para el transportista incluyen información personal como correos electrónicos, números de teléfono, direcciones, nombres de usuario, datos bancarios, detalles sobre tu rutina etc.
Existen dos métodos de “dumpster diving”, uno es el mencionado y el segundo consiste en hacerse con los dispositivos electrónicos que acaban desechados en contendores. En este aspecto, también es importante que las empresas tengan en cuenta este tipo de prácticas. No solamente está en riesgo el individuo, sino que cualquier base de datos de una compañía supone un archivo potencialmente peligroso para realizar fraudes.