Aunque es muy habitual tener problemas de memoria a medida que envejecemos, diversos estudios han encontrado una relación causal entre diferentes hábitos diarios que venimos desarrollando como sociedad, y el aumento del riesgo de sufrir estos cambios a nivel físico y psicológico.
Es inevitable que el envejecimiento afecte a nuestro organismo, pero podemos intentar frenar la pérdida de memoria si cambiamos estos cuatro hábitos que los expertos han encontrado problemáticos:
- Dormir mal y no descansar el tiempo suficiente, ya que descansar menos tiempo del imprescindible, puede aumentar el riesgo de padecer Alzheimer.
- Hacer varias cosas a la vez. A pesar de que el ritmo de vida actual es acelerado, hay neurocientíficos que consideran que hacer varias tareas a la vez puede ser negativo para la memoria al no concentrarnos en una única cosa.
- Caer en la monotonía. Estaríamos acostumbrando a nuestro organismo a hacer y recordar únicamente aquello que resulta imprescindible. El resto, será olvidado.
- Exceso de confianza. El ser humano debe ser capaz de poner el cerebro a prueba, llevarlo a nuevos ilímites, y no pecar de exceso de confianza.
Estos hábitos que enumera BBC Mundo son situaciones en las que todos hemos caído al menos en una ocasión. De forma esporádica no entrañan ningún riesgo, pero convendría cambiar el modo de vida si estos hábitos son constantes en nuestro día a día.