El alzhéimer es una enfermedad neurológica que, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) padecen unas 800.000 personas en España. Y no solo es la principal causa de demencia en todo el mundo, sino la que mayor discapacidad genera.
Aunque cada año se diagnostican unos 40.000 nuevos casos, se estima que el 80% de los casos leves de alzhéimer están aún sin diagnosticar.
Una situación que “impide que se puedan instaurar precozmente tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que ralenticen el deterioro cognitivo y controlen los trastornos conductuales”.
¿El sobrepeso es un factor de riesgo del alzhéimer?
Tal y como señala la SEN, “la mitad de los casos de la enfermedad de Alzheimer se puede atribuir a nueve factores de riesgo potencialmente modificables, como diabetes, hipertensión o inactividad física”.
Y un reciente estudio internacional, publicado en Journal of Alzheimer’s Disease y en el que han participado investigadores del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (Barcelona), lo ha confirmado: el sobrepeso podría ser clave para desarrollar demencia.
“Es probable que la prevalencia de la demencia aumente en las próximas décadas debido al envejecimiento de la población; y todavía no existe una cura para la demencia”, explica el Dr. Karel Kostev, del Departamento de Epidemiología de Disease Analyzer (IQVIA).
- “En vista de esto, se han realizado diferentes estudios que investigan los factores de riesgo de demencia con el fin de prevenir su aparición, particularmente en pacientes de edad avanzada”.
En el estudio se han analizado a 296.767 personas con bajo peso (IMC inferior a 18,5), normopeso (entre 18,5 y 22,5), sobrepeso (25-30) y obesidad (IMC mayor a 30).
Además del peso, también se ha tenido en cuenta la edad (mayor de 65 años), el sexo y comorbilidades documentadas a los cinco años previos al diagnóstico de la enfermedad, ya sea alzhéimer, demencia vascular (que se caracteriza por problemas de razonamiento y memoria) o demencia senil.
Se deben implementar intervenciones dirigidas al aumento de peso en esta población, y estas intervenciones pueden incluir suplementos nutricionales
Y como resultado, se especifica en la investigación, la obesidad está íntimamente relacionada en las mujeres con el alzhéimer, mientras que el sobrepeso con la demencia senil.
En el caso de los hombres, la obesidad también es un factor de riesgo para el diagnóstico de alzhéimer y el bajo peso para la demencia.
“Todo indica que existe una relación fuerte y positiva entre el bajo peso y la demencia en los hombres mayores.
En este contexto, los deterioros cognitivos deben evaluarse periódicamente en pacientes varones mayores con un IMC <18,5 kg/m2”, ha resaltado el primer autor, el doctor Louis Jacob, de la Unidad de Investigación y Desarrollo del Parc Sanitari Sant Joan de Déu.
“Además, se deben implementar intervenciones dirigidas al aumento de peso en esta población, y estas intervenciones pueden incluir suplementos nutricionales. Por otro lado, el sobrepeso puede proteger contra la demencia en mujeres mayores (no contra el alzhéimer), lo que sugiere que un exceso de peso moderado en la vejez puede ser aceptable desde una perspectiva cognitiva”.
Se podrían prevenir millones de casos
Al margen de esta investigación, el Dr. Juan Fortea, de la Sociedad Española de Neurología, subraya que la reducción de los factores de riesgo (depresión, obesidad, tabaquismo…) “de entre un 10 y un 25% en dichos factores de riesgo podrían potencialmente prevenir entre 1 y 3 millones de casos de alzhéimer en el mundo”.
- “No solo urge impulsar planes de prevención primaria, principalmente con un mayor control de los factores de riesgo vascular y un estilo de vida más saludable en general, sino también invertir en lograr un mayor conocimiento de la fisiopatología de esta enfermedad que facilitaría el desarrollo de fármacos más eficaces”.
En la actualidad, existen medicamentos que consiguen mantener durante mayor tiempo el estado neuropsicológico y funcional del paciente diagnosticado con la enfermedad.