La Fiscalía de Madrid pide 226 años de prisión para El Portugués, presunto responsable de un atropello múltiple que se cobró la vida de cuatro personas durante una reyerta en el convite de una boda gitana en un restaurante de Torrejón de Ardoz, Madrid.
El Ministerio Público explica en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso El Periódico de España, del mismo grupo editorial que este diario, que, en la madrugada del 6 de noviembre de 2022, y tras ser expulsado de la celebración por un problema con uno de sus dos hijos menores de edad, El Portugués se montó con ellos y con otros dos sobrinos en su coche.
Una vez al volante, “y con total voluntad de causarles la muerte o asumiendo la posibilidad de que ello sucediera”, arrolló a varios invitados, ocasionando la muerte de cuatro personas e hiriendo a otras nueve. El vehículo no tenía, además, seguro de responsabilidad civil.
La Fiscalía solicita por ello 25 años de prisión para El Portugués por cada uno de los cuatro presuntos delitos de asesinato y otros 14 años por cada uno de los nueve delitos de intento de asesinato. En total, 226 años de prisión.
Aceleró antes del impacto
Según detalla la investigación que ha llevado a cabo la Policía Municipal de Madrid, el atropello tuvo lugar a las 2.44 horas a la salida del restaurante El Rancho, donde se estaba celebrando una boda gitana con más de 200 invitados.
A priori, el acusado no discute que fuera el responsable del atropello, pero sí que fuera intencionado. La tesis en la que parece que va a sustentar su defensa es en que tanto él como sus hijos y sobrinos huían de un supuesto tiroteo y que la embestida con el vehículo fue fortuita.
En las conclusiones de su informe, la Policía apunta que, “a pesar de la presencia de peatones en la calzada visibles para un conductor medio, este realizó una maniobra de aceleración entre estos dos tramos que aumentó el peligro potencial de fallecimiento de los peatones en caso de atropello de en torno a un 40 hasta el 70%”.
En ese informe se detalla que, cuando el vehículo se encontraba a unos 60 metros del lugar donde se produjo el atropello, circulaba a una velocidad media de en torno a los 48 km/h. Cuando llegó a los 25 metros, aceleró hasta los 62,7 km/h.
Concluye que existe al menos “una configuración del atropello congruente con las evidencias físicas encontradas en el escenario del accidente y con las estimaciones de velocidad realizadas en el presente informe”.
Un supuesto tiroteo sin casquillos de bala
Tanto El Portugués como sus sobrinos ya han asegurado que el accidente no fue intencionado y que se debió a que tuvieron que huir precipitadamente después de ser agredidos físicamente y recibir disparos por parte de varios invitados.
Según la versión recogida por Europa Press, el padre de la novia le invitó a la boda, donde acudió junto a varios parientes. Al parecer, un invitado insultó a uno de sus hijos durante el convite y le llamó “loco”, lo que habría sido el detonante del enfrentamiento.
“Nos pegaron y amenazaron”, relató y detalló que vio a varios invitados con armas. Cuando subieron al coche a la carrera, varias personas les cerraron el paso y oyeron disparos, huyendo del lugar. Pese a ello, no se localizaron en la zona casquillos de bala.