El ajo es un vegetal extraordinario para la salud del organismo. Tiene su origen en Europa, y pertenece a la familia de las liliáceas. Esta planta con bulbo se utiliza para dar sabor a los alimentos, pero en algunas culturas se utiliza para el tratamiento de ciertas afecciones.
En los últimos años, diversas investigaciones han determinado que alimentos como el ajo tienen un poder analgésico.
El ajo tiene como nombre científico Allium sativum, y comparte familia con la cebolla. Una de las propiedades de este género es su acción antiinflamatoria. De hecho, la revista ‘Phytotherapy Research‘ ha compartido un estudio donde presentan los beneficios para las personas que sufren artritis reumatoidea. Este vegetal también cuenta con una sustancia llamada alicina, popular como antibiótico, que podría calmar los dolores de muelas.
Esta planta ayuda a la prevención de enfermedades respiratorias, alivia los síntomas de la gripe, combate la tos, beneficia al descanso, evita las infecciones, mejora la digestión, es diurético y reduce el azúcar en la sangre, aumentando la liberación de insulina. Los expertos recomiendan consumir el ajo crudo o poco cocido.
La ración recomendada es de un diente por día. Para consumirlo, debe pelarse el ajo y picar la mitad del alimento, tomándolo con agua como si de una pastilla se tratara, sin masticar. De esta manera, podemos beneficiarnos de sus propiedades sin su conocido mal aliento. Antes de iniciar cualquier tratamiento por su cuenta, debe consultar a su médico de cabecera.