En el preciso instante en el que Theo Hernández engañaba a Diogo Costa en el quinto lanzamiento de penalti, tanto Joao Cancelo como Joao Félix se adentraban en el que será el período más difícil para ambos a lo largo de todo el verano. Liquidada ya la ‘distracción’ de la Eurocopa, ambos empiezan desde este sábado unas vacaciones en las que lo único claro es su deseo de repetir como jugadores del Barça la próxima temporada.
La de este viernes fue una noche amarga para el combinado luso. A nivel individual, al menos, el sabor para Cancelo es algo menos amargo tras su gran papel en el torneo. Félix, en cambio, no tuvo el protagonismo que deseaba y además el destino se mostró cruel con su figura, ya que fue él quien erró el único penalti de la tanda. Mientras el equipo de Robert Martínez estaba vivo, el foco de ambos estaba en el presente y no en el futuro. Ahora, sin embargo, la historia cambia y controlar la cabeza se convierte en una tarea menos sencilla.
Igual que el verano pasado, Cancelo y Félix se marchan de vacaciones sin certezas sobre su situación. Hace ya días que el Barça transmitió a ambos su idea de quedarse con ellos a través de una nueva cesión -con un punto más de interés en la figura de Cancelo-, pero el club también fue claro en su visión de la operación: la postura por ahora exigente tanto de Manchester City como de Atlético de Madrid muy probablemente traslade las negociaciones hasta los últimos días de mercado. Si ambos quieren ser azulgranas, no tienen más remedio que relajarse y controlar sus nervios.
Bloqueo total al interés de otros clubes
Por ahora, tanto los británicos como los ‘colchoneros’ quieren exhibir una supuesta posición de fuerza y presionan con las ofertas recibidas de Arabia Saudí y Benfica respectivamente. Para ellos, claro, un traspaso sería mejor opción. Por suerte para el Barça, tanto Cancelo como Félix están congelando cualquier interés que no sea el del conjunto azulgrana, lo que deja sin margen de maniobra a las dos entidades propietarias de sus prestaciones.
El verano pasado ya fue difícil para los dos. Su llegada al Barça parecía improbable y por momentos se vieron tentados de aceptar alguna de las propuestas que tenían, sobre todo de Arabia Saudí, para no quedarse colgados. Finalmente, la paciencia tuvo premio y a última hora se pudo cuadrar todo. Sabiendo de qué va la historia, su gran reto en las próximas semanas de vacaciones será desconectar del teléfono y evitar querer saber antes de tiempo. De no ser así, julio y agosto se le puede hacer muy largo.