Mientras sus empleados trabajaban sin recibir un euro, él viajaba con su novia rumana a Punta Cana, París o Londres, y la llevaba a restaurantes caros con el dinero que entregaron sus clientes, que se quedaron con las obras contratadas sin hacer. A su exmujer la agredió y dejó de pagar las pensiones alimenticias. Finalmente llegó el momento en entrar en prisión por violencia de género y José María, aprovechando la ley del “sólo sí es sí”, decidió cambiarse de sexo y pasar a llamarse María José, tras lo que adujo que no había cometido un delito de violencia de género, dado que era una mujer. No sólo eso. A sus antiguos trabajadores, a los que debía miles de euros, los acusó de discriminación y homofobia, aunque ellos aseguran que es mentira, que jamás le llamaron “maricón de mierda”, como él asegura. Ahora, sus clientes supuestamente estafados preparan una demanda para hacerle pagar.
“De crío me maltrataron en el colegio, pero jamás lo volverán a hacer”, aseguró a un empleado, al que, según asegura éste, le debe un mes de sueldo. El ovetense M. A. M. J., dice que su exjefe José María B. T., ahora devenido en María José B. T., le obligó a firmar un contrato de autónomo. Cuando fue a reclamarle el dinero cometió el error de golpearle, por lo que fue condenado a pagar 160 euros.
Pero ahora ha sido denunciado por homofobia y discriminación, y ha tenido que depositar 2.600 euros para hacer frente a las responsabilidades penales. “Es un jeta de los buenos. Tengo un tweet suyo en que critica a un camarero por ‘amanerado’, que es algo que no casa con alguien que se ha cambiado de sexo, creo yo”, asegura. Le reclaman la misma cantidad a otro exempleado, pero a otros dos les piden 5.200 euros a cada uno. A todos ellos les debe dinero, según indican. A todos ellos, aseguran, les atribuye insultos que nunca expelieron, como “transexual de mierda”, “maricón” o “eres mujer porque no tienes huevos”. Cabe decir que los cuatro están sospechosamente acusados de los mismos insultos. Pero lo que indican es que jamás les expresó que fuese una mujer. “El se presentaba ante nosotros como Chema, y presumía de cómo mantenía relaciones sexuales con su novia rumana”, indican.
Otro de sus antiguos empleados, que hacía las veces de jefe de obra, el mierense J. R. O., asegura que tenía a sus empleados “sin asegurar, piratas, en negro”. Y añade: “Me quedé de baja y dijeron (José María y su abogado) que me había ido por mi propia voluntad, con lo que me quedé sin paro. Los demandé, y entonces me denunciaron por haberme quedado con una escalera. A otro lo acusaron sin razón alguna de ir a trabajar drogado y bebido. Es un trampas. Le contrataban para hacer obras, estaba dos días y luego desaparecía después de cobrar”, aseguró. Al parecer, José María/María José ha denunciado a siete de su extrabajadores por homofobia.
Los clientes víctimas de José María/ María José preparan una demanda contra él por dejarles colgados de la brocha, a una de ellos sin casa incluso. Una de las denunciantes, vecina de fuera de Asturias, que le pagó más de 30.000 euros como adelanto para arreglarle una casa en Asturias. Cuando se dirigió a su novia rumana para reclamarle por no haber realizado las obras, le dijeron que estaba en coma en el hospital, algo que, evidentemente, era mentira. El arquitecto no ha soltado el proyecto de reforma dado que no se le ha pagado.
Más estafas
A una mujer la estafó en la reforma de una panera. A otra que había pagado ya 4.000 euros por la reforma de una casa, la dejó sin ella y cuando reclamó, “le cascó una demanda”. Una de las víctimas añadió: “A mediados de mayo nos enteramos de que lo que pasaba es que estaba en la cárcel, y ya supimos lo que estaba pasando. Un abogado nos advirtió de que no íbamos a ver un duro. Lo encontramos a través de un portal de internet. Juega con la ilusión y la necesidad de la gente. Nos cameló vilmente, no tiene moral. Es un enfermo, lo único que queremos es que no salga de prisión”.