“Es una decisión injustificada e incomprensible enmarcada en la estrategia nacional de Vox, que ha antepuesto sus intereses electorales a los de los castellanos y leoneses”. Así entiende el Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco la ruptura del pacto de Gobierno y el paso de Juan García-Gallardo y el resto de su grupo político a la oposición en las Cortes autonómicas.
Por ahora, las elecciones anticipadas no aparecen en el horizonte. Fuentes muy cercanas al presidente Mañueco mandan mensajes de tranquilidad, aseguran que la estabilidad está garantizada y que “el Gobierno de Castilla y León seguirá trabajando con eficacia por y para las personas de esta tierra”.
Desde el Ejecutivo autonómico defienden que la postura de Castilla y León respecto a la acogida de las niñas y los niños no acompañados, “es la misma desde 2021, cuando se llegó a un acuerdo que se ha cumplido con total normalidad hasta ahora sin que Vox haya dicho nada ni en 2022 ni en 2023”, años en los que ya formaba parte del Gobierno autonómico.
Por tanto, para los de Mañueco “es evidente que se ha cumplido el Pacto de Gobierno, que, por otro lado, es público y cualquiera puede consultar”.
El pacto sellado entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo Frings llevó por primera vez a Vox a sentarse en un gobierno autonómico en abril de 2022, con un Alberto Núñez Feijóo recién llegado a la presidencia del Partido Popular, que no acudió a la investidura de Mañueco para evitar la foto con Vox.
Trece meses más tarde, los resultados de las elecciones municipales y autonómicas de 2023 llevaron al PP a reproducir pactos de gobierno similares en otras cinco autonomías y en cientos de ayuntamientos de toda España, en plena campaña de las generales que Pedro Sánchez adelantó al día siguiente de los comicios locales y regionales.
La entrada de Vox al Gobierno autonómico colocó al líder del partido, Juan García-Gallerdo, como vicepresidente “sin funciones ejecutivas” y colocó a tres profesionales independientes elegidos por la formación de Abascal al frente de tres Consejerías: el escritor bejarano Gonzalo Santonja asumió la cartera de Cultura y Turismo; al frente de Agricultura y Ganadería situaron al palentino Gerardo Dueñas, que anteriormente había sido gerente de la organización profesional agraria Asaja, y para Industria, Comercio y Empleo eligieron al vallisoletano Mariano Veganzones, un economista que había ocupado varios cargos de responsabilidad en el Servicio Público de Empleo de Castilla y León.