Marta García decidió cruzar el Atlántico para entrenar en Estados Unidos con el objetivo de dar un paso adelante en el atletismo y este viernes ha escrito otra página gloriosa con una espectacular remontada para colgarse el bronce en 5.000 metros y lograr la primera medalla española en el Europeo de Roma.
La palentina ya había maravillado este invierno al batir los récords nacionales de 3.000 y 5.000 metros bajo techo con solo ocho días de diferencia ‘en plan Faith Kipyegon’. Este viernes ha sumado otro tope nacional al mejorar con 14:44.04 los 14:44.95 que poseía la gallega Julia Vaquero desde 1996… apenas unos meses antes de su nacimiento el 1 de enero de 1997.
Marta ha viajado en el grupo delantero con ritmos por debajo de los tres minutos el mil y siempre con la actual campeona europea de cross, la noruega Grovdal al mando. En el último mil se desataron las hostilidades y la española cayó a la quinta plaza, pero apretó los dientes y remontó hasta el bronce por 42 centésimas, vengando lo sucedido horas antes con la onubense Laura García-Caro en 20 km marcha. Además, la joven Marta Forero (21 años) batió el récord de España sub’23 (13ª con 15:19.69).
Por delante, la italiana Battocletti también se cobró cumplida ‘vendetta’ de su derrota en los Europeos de Cross (fue plata) y esta vez emergió con una recta final espectacular para imponerse con unos impresionantes 14:35.29 (récord de los Campeonatos) por los 14:38.62 de la escandinava.
Belén Toimil llegaba a Roma motivadísima y deseosa de demostrar que debería haber ido a dos citas de las que quedó fuera por el discutible “criterio de excelencia” de la RFEA que, por otra parte, ha elevado el nivel de competitividad de los atletas españoles y eso también es una realidad palmaria.
La de Mugardos incluso llegó a soñar con una medalla histórica, algo que en lanzamiento de peso tan solo ha conseguido el gran Manolo Martínez. En su segundo intento se fue a 18,43 metros y estuvo tercera hasta la quinta ronda para terminar quinta. Sensacional actuación de la gallega. Se impuso la neerlandesa Jessica Schindler (18,77), seguida por su compatriota Jorinde Van Klinken (18,67) y por la alemana Yemisi Ogunleye (18,62) con solo 19 centímetros más que Toimil.
Femke Bol es una de las grandes estrellas mundiales del atletismo y fue una de las protagonistas de los Mundiales de Budapest con sus oros en 400 vallas y en el 4×400 femenino con una remontada impresionante, pero una caída en la final del relevo mixto el primer día cuando se estaba crispando por la llegada de Estados Unidos le hizo pasar muy mala noche.
La neerlandesa no se ha podido quitar este viernes ese mal regusto pese a culminar magistralmente el relevo de su país para remontar hasta el bronce continental en 4×400 mixto junto a Liemarvin Bonevacia, el joven Isaya Klien Ikkink (21 años) y una Lieke Klaver que se obcecó en el primer 200 con la irlandesa Adekele. La estrella del atletismo sacó un bronce de donde no lo había con 3:10.73, con Irlanda oro y récord de los Campeonatos (3:09.92) e Italia plata y récord nacional (3:10.69).
El que decepcionó fue Mykolas Alekna… o no tanto, porque su colosal récord mundial de disco de 74,35 metros lo consiguió en unas condiciones que deberían impedir su homologación en un mundo normal, pero World Athletics no es un mundo normal.
El caso es que el hijo del bicampeón olímpico Virgilijus tuvo que conformarse con la medalla de bronce con 67,48, relegando a la cuarta plaza al vigente campeón olímpico y universal sueco Daniel Stahl (66,84). El oro fue para el esloveno Kristjan Ceh (68,08) y la plata, para el austríaco Weisshaidinger (67,70).