El preolímpico de baloncesto de Riga, en el que Letonia, Filipinas, Georgia, Brasil, Camerún y Montenegro buscan un billete para los Juegos Olímpicos de París, ha vivido uno de los momentos más surrealistas que se recuerdan en la historia de estos torneos, protagonizado por la selección georgiana.
Tras caer en la primera jornada ante el combinado letón por un contundente 55-83, Georgia necesitaba, como mínimo, por 19 puntos de diferencia su partido ante Filipinas, que logró derrotar en su primer partido a los anfitriones por 80-89.
Partido de parciales
La selección dirigida por Aleksandar Dzikic arrancó a pleno rendimiento en busca de su milagro, y cerró el primer cuarto con 11 tantos de ventaja (17-28), si bien es cierto que, en el tercer cuarto, con un parcial de 31-19 para los asiáticos, toda la renta quedó dilapidada.
El intento de autocanasta surrealista
Y con 94-96 en el marcador favorable a Georgia, y con tan solo 2,8 segundos restantes en el reloj, se vivió el momento rocambolesco del partido. Chris Newsome, de Filipinas, anotó un primer tiro libre y erró el segundo, momento en el que Goga Bitadze capturó el rebote defensivo, pero, de manera descarada, trató de anotar una autocanasta que hubiese mandado el partido a la prórroga, algo que hubiese permitido ese difícil objetivo de lograr la distancia necesaria (+19), para lograr el pase a semifinales.
Ridículo espantoso
Pero Bitadze, más allá del atrevimiento de tratar de ejecutar dicha acción, vivió el ridículo en primera persona de errar ese palmeo sobre su propia canasta, que hizo que el marcador no se moviese.
Una situación bochornosa, que manda hacia casa a Georgia, y que deja las ‘semis’ de este preolímpico definidas: Brasil – Filipinas, y Camerún – Letonia.