El ‘Grand Prix’ vuelve esta noche a La 1 de TVE con un Ramón García que, palabras textuales, sigue pasándoselo bien haciéndolo. El formato veraniego de la cadena pública regresa con importantes novedades y como rival, al menos en su primera semana de emisión, de ‘Supervivientes: All Stars’ con Jorge Javier Vázquez a la cabeza.
Las dos primeras localidades en competir serán Bembibre (León) y Almacelles (Lleida), que contarán con Leo Harlem y Lorena Castell como padrinos en un programa que Ramontxu seguirá presentando con Cristina López (Cristinini), Wilbur, la Vaquilla y el dinosaurio Nico. YOTELE habla con Ramón García sobre el regreso del ‘Grand Prix’, entre otros muchos asuntos como su enfrentamiento con ‘Supervivientes’, el hipotético regreso del ‘¿Qué apostamos?’ y la posibilidad de repetir como conductor de las próximas Campanadas.
-Esta noche regresa el ‘Grand Prix’ a TVE después del gran éxito del año pasado. ¿Hay presión al respecto?
-No, yo ya lo he dicho: este año se va a moderar. No es lógico lo que pasó el año pasado. Era una espera de 18 años, era tanto que ese 26,1% nos descolocó a todos. Nadie pensábamos que íbamos a hacer eso. Hoy en día, y esto te lo dicen todos, estar por encima de la cadena, que yo creo que estaremos holgadamente por encima de la cadena, y ya está. Y que una vez más la gente tenga referencia este verano con el Grand Prix. Yo con eso ya me conformo.
-¿Qué es lo que más te gusta del ‘Grand Prix’?
-Lo bien que me lo paso. Me lo sigo pasando bien. El primero que disfruta aquí soy yo, desde que a las 15:15 arrancamos una grabación lanzando una canción,. Salgo bailando aquí la de Dios, saludo a toda la gente, presento a Cristina y a Wilbur y a la Vaquilla en ese pre-show… Yo ahí ya soy feliz. Y cuando ya empiezo a grabarlo y veo que va saliendo bien, o que a veces se tuerce, y yo me acuerdo de cosas y digo: esto se hace así, y de repente, ¡pum!, lo hacemos y funciona. Acabo destrozado, acabo machacado, pero me voy feliz a casa.
-El año pasado contaste que no podías dar pregones. Después del exitoso regreso del ‘Grand prix’, ¿te lo han vuelto a ofrecer?
-Todos los pueblos, cada vez que llega el alcalde me dice: “Hola Ramontxu, ¿haces el pregón?”(risas). Es el saludo. Pero es que no tengo tiempo.
-El ‘Grand Prix ha sido un triunfo entre los niños. ¿Cómo es la relación con los niños tras los datos del año pasado?
-Ahora es divertidísimo, porque viene la abuela y me dice: mira, te presento a mi hija y a mi nieto. Ya voy en la escalera. Y lo que decía Wilbur: los niños te ven como si fueses Dios. Yo esto ya lo había vivido. Siempre cuento cuando veraneaba en Chiclana, en la época que todavía no había tantos móviles, pero quedaban los autógrafos. Yo me bajaba mi prensa en papel, me ponía debajo de la sombrilla allí callado, con unas gafitas de sol, y siempre decía: si no viene nadie, va bien, lo malo es el primero. Y siempre llegaba uno, el primero: “Hola don Ramón, buenos días. ¿Puede usted firmarme un autógrafo?”. Entonces ya era toda la cola, yo estaba todo el día de playa ante una cola. Cuando salía mi niña o algún familiar, decía: “¿Dónde está Ramón? Mira la cola. Ahí, donde está la cola”. Y ahora han vuelto los niños, y es maravilloso. Porque han descubierto un juego nuevo y un señor que presenta eso, que soy yo.
“Nadie pensábamos que íbamos a hacer un 26,1% en el estreno de la anterior temporada del ‘Grand Prix'”
-Puede haber un duelo muy poco habitual en verano, que suele ser una época más tranquila, de dos grandes formatos como son el ‘Grand Prix’ y ‘Supervivientes All Stars’. ¿Cómo lo vives?
-A mí me gustaría repetir el lunes, y estamos pendientes de las fechas del fútbol. Este año son más programas, son diez. A nosotros nos hubiese gustado empezar antes, nos encantaría empezar a las 22:00, pero eso no depende de nosotros y va a ser muy difícil porque ‘4 Estrellas’ está ahí hasta que llegue David Broncano.
-¿Y si competís?
-Si competimos con ‘Supervivientes’ vamos a andar a hostias (Risas). A mí me daría pena, porque a mí no me gusta que compitan grandes formatos porque creo que al final resta al espectador, o fuerzas a ver en grabado uno u otro formato. En verano hay días de sobra para que no coincidan dos grandes formatos y que Mediaset se lleve lo suyo con ‘Supervivientes’, y que TVE se lleve lo suyo con el ‘Grand Prix’. Si hay muchos formatos, pues ya tienes que enfrentarte a alguien. Siempre vamos a tener a alguien enfrente, eso está claro. Pero como habitualmente hay muy poquitos estrenos en verano, pues que se repartan. Yo como programador haría eso.
-Hablando de las privadas, ¿ha habido algún contacto este año?
-Después del ‘Grand Prix’ del año pasado me han llamado hasta de América, no digo más. Para presentar programas de entretenimiento. Hay mucha gente que descubrió a Ramón con el ‘Grand Prix’ de este año, que es curioso, pero pasa. Y hasta de América.
-¿Y por qué no has aceptado esas ofertas?
-Pues porque yo soy una persona muy responsable y muy seria con la gente con la que tengo mis compromisos. Esto se ha repetido en mi carrera muchas veces, he tenido cantidad de veces para irme a otros sitios por muchísimo dinero, y nunca lo he hecho. Hace muchos años que a mí no me mueve el dinero para hacer los programas. Ni al principio, porque yo vengo de una familia acomodada. Nunca he trabajado por dinero, he trabajado siempre por el instinto, por lo que me apetece hacer. A veces me he equivocado, pero cuando algún compañero me hace la lista de programas, yo me acuerdo de alguno y digo: con este metí la pata, a este tenía que haber dicho que no. Pero siempre fue con la intención de acertar en todos.
Y ahora que cumplo 40 años de profesión y que lo estoy disfrutando, lo menos importante es el dinero. Es el proyecto: si algo me gusta, yo voy a ir a hacerlo. Yo hago ‘En compañía’ en una autonómica pequeñita porque me gusta. Y podría estar en una más grande haciendo algo, quizás lo mismo, o similar que también me gusta. Pero hay un compromiso con la gente que confió en mí para hacer eso. Y para mí, yo eso lo llevo a rajatabla.
-Hace unos instantes has mencionado a David Broncano, ¿qué te parece su fichaje por TVE?
-A David le conocí el año pasado. Yo pienso que el programa de David va a tener un problema de encaje, quizás con el tipo y modelo de audiencia que tiene TVE. Pero también digo: está pensado para eso. No para que no encaje, sino para que traiga a un target de gente que ha perdido TVE. La sorpresa para la dirección de Televisión Española fueron las toneladas de niños y adolescentes que metí yo con el ‘Grand Prix’. Es decir, los niños y los adolescentes ven productos cuando se les da lo que quieren. Si tú no das ese producto, no te ven. ¿Por qué han visto el ‘Grand Prix’ en una cadena que no veían ese niño, o ese adolescente? Porque apareció esto, les gustó, y lo han visto.
David está dedicado en su programa -que lo retocará o no, y yo creo que no debería cambiarlo- a un sector de gente muy concreto, a un target muy concreto. Ese target no lo tiene Televisión Española. Quizá sí lo tengan otras cadenas. Su reto va a ser conseguir eso, y no es fácil. ¿Y por qué no lo va a conseguir? A mí me encantaría que lo haga. Es una apuesta arriesgada, pero esto es lo de siempre: “Coño, TVE no arriesga”, pues coño, he arriesgado. “Joder, ¿por qué arriesga?, esto no le va a pegar”… ¿En qué quedamos? Vamos a darle una oportunidad y que lo haga, y ya está. ¿Que sale bien? Estupendo. ¿Que no sale bien? Pliegas velas, y vuelves a una plataforma donde tienes tus 50.000-60.000 espectadores, que luego se hace viral en internet. Pero eso no es televisión. La televisión generalista es esto que estamos hablando.
“Si competimos con ‘Supervivientes’ vamos a andar a hostias”
-Tras el intento del año pasado, ¿vamos a ver a Ibai Llanos en esta nueva edición del ‘Grand Prix’?
-Con Ibai hablamos el año pasado para hacer una pequeña participación. Pero Ibai vive en otra galaxia, está más liado que la pera. Yo me llevo muy bien con él, y me llamó para darme la enhorabuena del éxito -que habíamos tenido. Pero hablamos con él para participar en algunos programas, aunque sea para entrar él desde su casa, pero es que no tenía fecha de coincidencia con las grabaciones. Yo creo que tal y como está, está bien. Y además hay una cosa que es importante: hay programas que no deben volver, y otros que sí. Lo digo porque a veces nos damos la vuelta de modernos, y creemos que todo lo de antes puede volver, y es un gravísimo error. Yo esto lo he dicho a muchos directivos de televisión que querían renovar viejos formatos: no os volváis locos. La vuelta del ‘Grand Prix’ ha sido muy medida, muy trabajada, y ha tenido suerte. Pero eso no quiere decir que todo lo que antes funcionaba pueda volver a funcionar.
Se intentó hacer el Un, dos, tres. Yo y hablé mucho con Alejandro [Ibáñez], with Chicho’s son, because he called me to tell me: “Ramontxu, how do we do this?”, and I told him: yours is very complicated, because One, two, three is another format, and it was Chicho. I told him: if your father raises his head, you may not have a road to run on. I saw a little, and well… the soul was there, but only the soul. You can’t betray the memory of TV, because that’s when you lose everything. I had that fear when we returned with the Grand Prix, I always said: this has to be at least the same as when it left. And we had everything against us: there were no heifers, there was no amount of things. But we did it and it turned out well. With the What do we bet? That’s it: again, what are we betting on? But what? As? That’s why not everything should come back if it doesn’t come back well.
-Después del exitoso regreso del ‘Grand Prix’, ¿ha habido posibilidades de que te quedases en TVE con otros proyectos? ¿Ha habido posibilidades?
-Hablamos de muchas cosas, pero yo tengo un programa diario en Castilla-La Mancha Media. Hemos cumplido ocho años hace nada. Llevamos 2.045 programas, y son tres horas en directo todos los días, no creáis que es moco de pavo, pero hemos hablado de muchísimas cosas. Cuando sale el ‘Grand Prix’ se provoca algo muy curioso, que es como querer desempolvar todos los formatos antiguos. Todo el mundo empezó a decir “¿qué teníamos por ahí, qué se hacía antes?”. A mí me han caído todas, del ‘¿Qué apostamos?’, de no sé qué y no sé cuántos. Pero no todo se puede hacer. Es complicado, de verdad.
“La vuelta del ‘Grand Prix’ ha sido muy medida, muy trabajada, y ha tenido suerte. Pero eso no quiere decir que todo lo que antes funcionaba pueda volver a funcionar”.
-Hablando del ‘¿Qué apostamos?’, ¿ha habido la posibilidad de que volviese?
-Sí, y sigue ahí, pero es difícil. Hay que tener en cuenta que el ‘¿Qué apostamos?’ nada tiene que ver con el ‘Grand Prix’. Se hacía en directo, la inversión solamente en decorados y en vestuario, porque hay que hacerlo por lo menos igual, o mejor. Solamente el sofá de invitados son 200.000 euros. Un sofá de un invitado internacional con tres nacionales, 200.000 y me quedo cortito. Es que en aquella época venían Sofía Loren, Catherine Deneuve… a todas las top models las he tenido al lado: Naomi Campbell, Claudia Schiffer… todas pasaban por ahí. Y eso no es de intercambio, ni es de promoción, eso es pago. Avión privado que llega, aterriza en Madrid, hace el ‘¿Qué apostamos?’ en el plató, hotelazo, y y se pira. Y también el tiempo que teníamos para ensayar. Hoy en día los programas de televisión no se ensayan. Nosotros ensayábamos mucho, entonces la producción del ‘¿Qué apostamos?’ se va un poco de los presupuestos habituales en la actualidad.
-Pero si el proyecto del regreso del ‘Grand Prix’ sale adelante, ¿estarías dispuesto a presentarlo?
-El ‘¿Qué apostamos? ‘es uno de mis hijos. O yo uno de sus hijos. Fue como mi lanzamiento grande en TVE. Nunca hay que desechar. A mí me encantaría, pero tiene que reunir las condiciones necesarias, que es dinero. Tener dinero para esa inversión, y es muy importante.
-¿Mantienes contacto con Ana Obregón?
-Sí, habitualmente. Está muy bien con la cría… y no me gusta mucho hablar de ella porque es una cosa… La relación entre Ana y yo es mucho más que compañeros profesionales. Para mí eso es como parte de mi intimidad y prefiero no hablar mucho de eso. Está muy bien, que es lo que a mí me interesa.
-¿Este año darás las Campanadas?
-No tengo ni idea, de verdad. No se sabe. Hay años que eso se hace con mucho tiempo, y otros años que yo estaba a 15 días y me han dicho: “Oye Ramontxu, vamos”.
“A mí me encantaría que volviese el ‘¿Qué apostamos?’, pero tiene que reunir las condiciones necesarias, que es dinero”
-¿Te apetece?
-Sí, yo para las Campanadas la capa siempre está ahí Sí, yo para las Campanadas la capa siempre está ahí (Risas). ¿Cómo voy a decir que no las Campanadas? El año pasado había que si viene tal, que si viene cual… esto son las Campanadas. Que venga quien venga. Yo soy el anfitrión ahí.
-¿Las campanadas del año pasado las viviste omo una reinvención?
-Sí, pero creo que también hay que mover las cosas. Lo que no vamos a hacer en el 2024 es lo mismo. Había gente que decía: “Ay, Ana (Obregón) otra vez con Ramón”. Y digo: pues para eso poned las de 1994 y cambiáis el neón. Hay que saber cambiar. Ana y yo tampoco vamos a morir haciendo televisión juntos (risas). Ana está ahora en un momento emocional diferente a aquella época. Entonces, posiblemente ahora la unión de Ana y Ramón para hacer un programa sea imposible. Lo que hacemos es tomar un café, charlar, y seguir siendo amigos. Y Ana ha hecho sus cosas en televisión, y yo haré las mías mientras sigan confiando en mí.
Yo creo que, para mi sazonada edad, he sabido reinventarme y elegir cosas que a mí ahora me vienen bien, como es hacer ‘En compañía’ cada día. Y de repente meterte en un formato como el ‘Grand Prix’, que es mío, pero que hemos sabido darle una vuelta para que sea un poco más moderno y llegue a los niños. La introducción de Cristina (Cristinini) es esa. Cristina es una de las mejores comunicadoras en redes sociales. Ese toque, que esté ella aquí conmigo, rejuvenece el formato, rejuvenece a Ramón, y para mí es bueno. El año pasado en las Campanadas, con Ana Mena, una niña que cuando yo daba las Campanadas no había nacido. Nos reímos mucho de eso. Ese intercambio generacional es importante.
“(Sobre las Campanadas) Había gente que decía: “Ay, Ana (Obregón) otra vez con Ramón”. Y digo: pues para eso poned las de 1994 y cambiáis el neón. Hay que saber cambiar”.
-¿Y el vestir de rosa?
-Lo de ir de rosa fue una idea mía, me salió de las pelotas. Por romper un poco. Es que yo ya he salido de todas las maneras: smoking, traje, pajarita de colores y pajarita negra, corbata, no corbata… Y dije: hoy voy a salir de fucsia, a tomar por saco. Y luego todo el mundo iba de fucsia, por cierto. Jenni (Hermoso) que iba guapísima, y Ana (Mena) que iba guapísima. Y ya aprovecho, el rollo machista que sigue habiendo: “El presentador sale muy vestido, y la chica con poca ropa”. Mientras que yo haga las Campanadas, las chicas siempre han elegido ellas su vestuario. Nadie las ha dicho: tú sal medio en pelotas, y tu Ramón tapado hasta el cuello, jamás. Es como si un día salgo yo en tanga. No pasa nada. Pero ellas se visten como quieren siempre. Todas. Cada una elige su vestido.
(Lo de ir de rosa fue una idea mía, me salió de las pelotas, por romper un poco.