El búho moteado es una especie que se halla en peligro de extinción en la costa oeste de Estados Unidos, por lo que las autoridades medioambientales del país han puesto sobre la mesa un polémico plan para la eliminación física de la especie invasora que está acelerando su desaparición: el búho barrado.
El barrado es un búho que se expande a toda velocidad en los mismos hábitats donde vive el moteado y, además, tiene una mayor capacidad de reproducción, con lo que está poniendo contra las cuerdas a su primo más pequeño.
Por ello, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU ha preparado un plan para la eliminación de 450.000 ejemplares de búho barrado en los estados de Oregón, Washington y California.
Los moteados, tanto del norte como de California, están viendo disminuidas sus poblaciones de forma drástica a lo largo de las últimas décadas, a pesar de que se han llevado a cabo campañas para su conservación y protección de sus hábitats.
Según ha informado la agencia AP, la estrategia se desarrollará en esos tres estados a lo largo de treinta años. “Sin una gestión activa de los búhos barrados, los búhos moteados del norte pueden extinguirse en gran parte de su área de distribución”, afirmó la supervisora del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, Kessina Lee.
Atraídos con grabaciones
El plan, que se llevaría a cabo durante la próxima primavera, prevé atraer a los búhos barrados mediante grabaciones con cantos de esta especie y luego abatirlos a tiros. El Servicio de Vida Silvestre recurrirá a agencias gubernamentales, propietarios de tierras, tribus nativas o empresas especializadas para llevar a cabo esta reducción de poblaciones.
Sin embargo, la decisión de matar a casi medio millón de estas aves invasoras ha despertado las críticas de varias organizaciones conservacionistas. Aunque algunas entidades aceptan este método a regañadientes, otras lo desautorizan.
La American Bird Conservancy apoya la decisión gubernamental, porque los búhos barrados no son autóctonos de la costa oeste y su eliminación, aunque lamentable, permitiría salvar de la extinción a los búhos moteados. Pero, en cambio, Wayne Pacelle, que es fundador del grupo animalista Animal Wellness Action, se opone y argumenta que, de todos modos, la continua llegada de más ejemplares hacia los hábitats del búho moteado hará fracasar la operación.
Algunas entidades han recordado que este plan recuerda a otros que ya fueron polémicos en su día, como la decisión de matar leones marinos y cormoranes para proteger los salmones de la costa oeste o suprimir tordos cabecicafé para preservar las aves reinita.
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