No hace ni diez días que la Hungría de Viktor Orbán asumió las riendas de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, que ocupará hasta finales de diciembre, pero al húngaro le han bastado para provocar una ola de indignación en todas las capitales europeas por asumir un papel de mediador para el que no tiene mandato visitando a Volodimir Zelenski en Kiev, a Vladimir Putin en Moscu (en la primera visita de un jefe de gobierno europeo desde que lanzara la invasión de Ucrania) y a Xi Jinping en Pekín. Esta semana cristalizará otro sueño: la creación de un nuevo grupo de derecha radical, ‘Patriotas por Europa’, con dos pesos pesados de la extrema derecha a bordo: el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen y la Lega del italiano Mateo Salvini.

Source link