El crecimiento de las uñas está determinado por varios factores, causando que alguno de ellos las debiliten. Además, hay que sumar malos hábitos como morderse las uñas, peligroso por varios motivos.
La forma de cortarse las uñas también influenciar el crecimiento, recomendando no cortar la cutícula.
El uso habitual de esmaltes también puede debilitar las uñas, por lo que lo más recomendable es no tenerlas siempre pintadas. Los expertos recomiendan establecer periodos de descanso de al menos 48 horas. La falta de vitaminas y minerales en nuestro organismo también contribuye a la debilidad y fragilidad de las uñas.
En este contexto, es importante mantener una dieta equilibrada y nutritiva, rica en nutrientes. Hay diversas medidas que pueden favorecer el crecimiento saludable de las uñas. Primero de todo, es recomendable incorporar en nuestra dieta alimentos ricos en hierro, zinc y vitamina E, fundamentales para la salud de las uñas y la piel.
La hidratación también es fundamental para mantener las uñas flexibles y saludables. Aplicar crema hidratante de manos en esta parte, previene la sequedad y el agrietamiento de las mismas. En este aspecto, es importante proteger las manos con guantes al limpiar con productos químicos agresivos.
Las mascarillas de aceite de oliva son muy beneficiosas. Para ello, sumerge tus uñas en media taza de aceite de oliva y dejándolas en remojo durante 20 minutos. Combinar este baño con un par de hojas de menta y una infusión de manzanilla, también favorece la apariencia y fortaleza de las uñas.