El estado estadounidense de Misuri ha llevado a cabo este martes la segunda ejecución del año, en esta ocasión a David Hosier, condenado por un doble asesinato cometido en 2009 y después de que las autoridades le denegaran un indulto aunque había mantenido su inocencia.
La ejecución del preso, de 69 años, ha tenido lugar mediante una inyección letal en la prisión estatal de Bonne Terre y ha sido declarado muerto a las 18.11 horas (hora local), según ha indicado el Departamento correccional de Misuri y ha recogido la cadena de televisión estadounidense NBC.
Hosier fue declarado culpable por el homicidio de una pareja de la ciudad de Jefferson City, Rodney y Angela Gilpin, y condenado por un jurado a pena de muerte por asesinato en primer grado, acción criminal armada, robo en primer grado y posesión ilegal de un arma de fuego por parte de un delincuente.
Esta semana, el gobernador, Mike Parson, rechazó la solicitud de indulto, aseverando que la medida se llevaría acabo porque “no ha mostrado ningún remordimiento por su violencia sin sentido”.
El acusado admitió haber tenido una relación extramatrimonial mientras ella estaba separada de su marido, pero terminaron la relación y Angela Gipin se reconocilió con su marido. Un mes después, los fiscales dijeron que Hosier irrumpió en su vivienda y mató a la pareja. Cuando los cuerpos fueron descubiertos, Hosier fue arrestado en Oklahoma, en una operación en la que las fuerzas de seguridad recuperaron 15 armas de fuego, municiones, un chaleco antibalas y un cuchillo. Sin embargo, los resultados de las pruebas balísticas no fueron “concluyentes”.
Hosier afirmó entonces que a menudo llevaba sus armas porque cazaba. En una entrevista reciente recordó que le culparon del ataque, pero que no había testigos presenciales, ni huellas dactilares ni pruebas de ADN que le vincularan con la escena del crimen. “He podido decir la verdad”, señaló.
Esta es la segunda vez que el estado de Misuri ejecuta a un preso en lo que llevamos de año, ya que a principios de abril tuvo lugar contra Brian Dorsey por un asesinato doble cometido en 2006 y después de que el gobernador denegara el indulto pese a que decenas de funcionarios penitenciarios habían pedido perdonarle la vida.