Llevamos poco más de una semana de verano, y ya entrados en el mes de julio, todavía no se han comenzado a notar las altas temperaturas. De hecho, se ha producido lo contrario, y en la ciudad de Barcelona la inestabilidad se ha hecho dueña del tiempo. La ciudad condal está atravesando unas semanas de lluvia que, por otra parte, han mejorado la situación de sequía.
Mientras que en el resto de la península han aumentado las alertas amarillas por calor, Barcelona espera un nuevo episodio de lluvias. Al inicio de esta semana, la capital catalán pasó por un episodio de tormentas que afectó hasta los vuelos del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Esto ocurrió el lunes, y el martes continuó el cielo nublado.
El miércoles, 3 de julio, el sol amagó con aparecer entre las nubes que cubrían el cielo de Barcelona. No obstante, las previsiones del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), no son tan optimistas. La previsión del organismo es que las nubes continuarán en el territorio y las temperaturas se mantendrán, al menos de momento.
El viernes, 5 de julio, será cuando los cielos comenzarán a despejarse y dejen paso al sol. Con la aparición del mismo, los termómetros aumentarán hasta los 30 grados, una marca más habitual para estas fechas. Sin embargo, la agencia meteorológica cree que la inestabilidad regresará el fin de semana, con probabilidad de lluvia baja para el sábado. Finalmente, el domingo será cuando las tormentas alcancen de nuevo Barcelona.