Kylian Mbappé no es de aquellos que piensan que los trenes pasan solo una vez en la vida. Y, en su caso, al menos en lo que se refiere a su carrera deportiva, el tiempo le ha acabado dando la razón. Tras oficializarse su fichaje por el Real Madrid, el delantero francés ha cumplido, por fin, el que el mismo declaró que era el “sueño” de su vida. Ese al que hace dos veranos dijo que no para quedarse en el PSG, sorprendiendo a casi todo el mundo del fútbol.
Muchos dijeron entonces que ahí moría su oportunidad de recalar en el club blanco, pero tanto Mbappé como Florentino Pérez tenían claro que el cuento no había acabado, y que el final feliz para ambos todavía era una posibilidad. Que su historia era especial como pocas y que, en su caso, sí podía admitir un “no”.
Porque desde que era un crío, Mbappé sobrevoló la órbita del Madrid. El romance entre el delantero francés y el club blanco vivió su primer capítulo cuando, con 14 años, fue invitado a visitar Valdebebas a conocer las instalaciones del club y a realizar una prueba para pasar a formar parte de las categorías inferiores del Madrid.
Entonces, Mbappé acabó decantándose por la opción de continuar en su tierra y esperar para dar el salto, pero se llevó consigo un recuerdo imborrable que años después, conforme el culebrón sumaba capítulos y los rumores se intensificaban, se hizo viral: una foto con Cristiano Ronaldo.
Tanto él como su entorno no tuvieron problemas nunca en afirmar públicamente que su gran ilusión era vestir de blanco. “Es madridista y su ídolo es Cristiano desde hace muchos años. Se pasaba horas viendo vídeos en internet”, confesaba su padre en una entrevista con France Football en 2016, un año antes de firmar por el PSG y rechazar al Madrid por primera vez siendo profesional. En la misma, aparecían unas fotos del futbolista en su habitación, con las paredes llenas de fotos de su ídolo vestido de blanco.
“Me pondré la camiseta original”
Fue el primero de sus dos rechazos al Madrid, el club al que él mismo ha considerado “su sueño”. De hecho, en 2021 publicó su cómic biográfico en el que volvió a dejar claro su deseo. En una de sus páginas, se le podía ver cuando era un niño recibiendo regalos de Navidad. Como no podía ser de otra forma en su casa, eran regalos relacionados con el fútbol. En concreto, diez camisetas de diferentes clubes, pero una destacada. Al llegar la del Madrid, según el cómic, Mbappé reconocía que era una falsificación y reaccionaba devolviéndola y haciendo un augurio.
“No es la verdadera camiseta del Real Madrid, no tiene la cruz encima de la corona”, le decía en la viñeta un joven Kylian a su madre. “Quiero la original”, añade mientras el enfado de su madre crece. Por último, deja una frase lapidaria: “La que sí me pondré será la original cuando crezca y juegue allí”.
No llegó en 2022, aunque por muchos momentos pareció que el fichaje estaba hecho. Pero Mbappé siguió tendiendo puentes hacia Madrid, a pesar de su rechazo. “La semana pasada tomé la decisión de quedarme y lo primero que hice fue decírselo al presidente del Real Madrid, a Florentino Pérez, porque le respeto y respeto al club. Creo que era importante decírselo yo, que no iba a ir. Un gran jugador tiene que ser honesto. Era importante porque tenemos una buena relación”, explicó entonces el delantero, que al ser preguntado sobre si su sueño de jugar en el Real Madrid se había terminado dejó claro que no. “Nunca se acaba”, respondió el parisino. “Pero ahora he firmado un contrato de tres años. No se sabe lo que puede pasar en el futuro”, añadió.
Ese fue el ‘no’ a Florentino más sonado. No el único, pero sí el que más dolió a una afición que daba por descontada su llegada y soñaba con verlo celebrar goles de blanco, sintiendo que le habían dado calabazas. Dos años después, podrá hacerlo. Y el tiempo, que todo lo cura, parece haber cicatrizado la herida del desamor en el que le sumió el que para mucho es el mejor jugador del mundo.
Enamorado también del Milan
No es el Madrid, sin embargo, el único amor declarado públicamente por Mbappé. El otro, de hecho, ha sido proclamado a los cuatro vientos hace apenas una semana, en la edición europea de los Globe Soccer Awards. Allí, el delantero francés piropeó a otro club histórico de Europa, en este caso italiano: “Si algún día juego en Italia, sería en el Milan. Cuando era niño, era hincha del AC Milan y siempre veía la Serie A y todos los partidos del Milan. Toda mi familia es hincha del Milan”