El tren, un sistema de transporte mucho más ecológico y cómodo que el avión, está perdiendo terreno frente a las grandes aerolíneas, que cada vez están copando más el transporte público a largas distancias. Un estudio elaborado por Greenpeace pone de manifiesto la desproporción que hay entre capitales europeas conectadas por trenes directos y las que están enlazadas por avión.
De un total de 990 rutas analizadas y que comunican 45 grandes ciudades europeas, únicamente el 12% están comunicadas por tren directo, mientras que el 69% lo están por avión en vuelos directos. Es decir, hay casi seis veces más vuelos directos que conexiones directas por tren entre las principales ciudades de toda Europa.
Hay casi seis veces más vuelos directos que conexiones directas por tren entre las principales ciudades de toda Europa
La situación es especialmente grave en España, puesto que todas las ciudades analizadas en nuestro país resultan estar mal conectadas con otros países mediante trenes directos.
Esto queda demostrado al observar que las dos únicas líneas de tren directas son las Madrid-Barcelona-Marsella y Barcelona-Lyon-París. Es más, en la actualidad tampoco hay ningún tren nocturno que circule desde o hacia España para conectar con el resto de las capitales europeas. Ni siquiera las hay dentro del propio país, pues desde que terminó la pandemia del Covid 19 no se han recuperado rutas nocturnas como las que conectaban Madrid con A Coruña, Pontevedra y Ferrol y Barcelona con A Coruña y Vigo.
Alta velocidad infrautilizada
Tampoco se está aprovechando como debería la ventaja de disponer de tren de alta velocidad. Según el informe de Greenpeace, la extensa y eficaz red ferroviaria de alta velocidad en España y Francia permite llegar a numerosas capitales europeas de forma rápida, pero lo cierto es que hay pocas conexiones. Por ejemplo, Valencia podría conectar con 16 ciudades europeas, Barcelona con 36 y Madrid con 17.
Frente a esta escasez de conexiones en tren, los enlaces aéreos se multiplican por doquier, aumentando así las emisiones de gases de efecto invernadero, mucho mayores en la aviación que en el ferrocarril. Según el informe, hay vuelos directos desde Madrid, Barcelona y Valencia a casi todas las 44 ciudades europeas analizadas.
“Nuestra red ferroviaria tiene un considerable potencial sin explotar de trenes directos”
«Durante años, Europa ha favorecido el transporte aéreo, mucho más perjudicial para el clima que el tren, a través de exenciones fiscales, mientras que las inversiones en trenes e infraestructuras ferroviarias han sufrido años de abandono. Hoy vemos cómo nuestra red ferroviaria tiene un considerable potencial sin explotar de trenes directos, debido a unas prioridades de gasto en movilidad equivocadas”, ha declarado Cristina Arjona, coordinadora de la campaña de Movilidad de Greenpeace.
“Es hora de que los distintos países y la Unión Europea corrijan este desequilibrio histórico mejorando la conectividad y la comodidad de los trenes y acabando con las ventajas injustas de la industria aérea. Los europeos merecen tener acceso a un transporte público limpio, eficiente, cómodo y asequible que sea bueno para ellos y para el planeta”, añade Arjona.
Trenes directos, mejor que con conexión
Según la opinión unánime de los expertos, los trenes directos presentan muchas ventajas sobre los trenes con conexión, pues no solo son más cómodos, sino que, en general, son más fiables y más baratos. Ello los convierte en una alternativa muy apetecible por los ciudadanos frente al avión, donde siempre hay largas esperas en los aeropuertos, retrasos y percances de todo tipo.
Y, sin embargo, en todas las ciudades analizadas por Greenpeace los trenes directos están infrautilizados y quedan muchas conexiones sin cubrir. Incluso Viena, la ciudad con más conexiones ferroviarias directas de Europa, sólo dispone de trenes directos en el 59% de las rutas que pueden tenerlos.
No hay conexiones directas en tren en rutas tan importantes como Madrid-Lisboa, Madrid-París, París-Roma o Londres-Berlín
Según el informe, en vista de las vías existentes y teniendo en cuenta los horarios actuales, podría triplicarse el número de trenes directos en Europa.
Hay situaciones particularmente sangrantes. El estudio señala que no existen conexiones directas en tren en rutas tan importantes en Europa, como Madrid-Lisboa, Madrid-París, París-Roma o Londres-Berlín. En cambio, estos trayectos sí tienen las rutas aéreas más transitadas de Europa.
Informe de referencia: https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2024/07/informe-conexiones-fallidas.pdf
………………
Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es