Leo Messi no falla nunca en las grandes ocasiones. El Argentina – Canadá (se disputa la madrugada del martes al miércoles a las 02:00 CET) no despierta, a priori, grandes entusiasmo, pero lleva impregnado la trascendencia de estar en juego la primera plaza para la gran final de la Copa América 2024.
Y para Leo la posibilidad de ganar un nuevo título con la Albiceleste (no se sabe todavía si podría ser el último) no es nada menor, ni pasajero. Tiene a su alcance su carta final consecutiva con su selección. Y, en las tres anteriores, ganó sus tres títulos con la absoluta: Copa América 2021, la Finalísima 2022 (que es la Copa de Campeones Conmebol – UEFA) y el Mundial Qatar 2022.
El ’10’ no está haciendo la Copa América que planeaba y deseaba en el país donde ahora reside. El motivo es físico, porque arrastra molestias en los abductores, que lo han mermado y que le obligaron a descansar en el último partido de la primera fase ante Perú.
Reapareció en los cuartos de final, donde jugó a base de sacrificio, como desveló Rodrigo De Paul, uno de sus guardaespaldas. El encuentro contra Ecuador, además, terminó para el exblaugrana con un gusto un poco amargo al no haber podido transformar el primer penalti de la serie. Estampó el balón en el larguero en un lanzamiento a lo Panenka. Poco importa, ‘Dibu’ Martínez se vistió, otro partido más, de héroe y la Scaloneta mantiene intacto su favoritismo a revalidar el título logrado tres años atrás con su ‘Maracanazo’ ante la Brasil de Tite, que dominaba el continente con mano de hierro.
Leo liderará a los suyos en el MetLife Stadium, en Nueva Jersey. A su lado, tendrá el segunda espada de la Albiceleste, Ángel Di María, que descansó en los cuartos de final, y completará el trío ofensivo Julián Álvarez, que jerárquicamente sigue estando al frente de Lautaro Martínez, por mucho que el ‘9’ del Inter de Milán sea el artillero del torneo con cuatro tantos.
Argentina ha administrado bien todos sus compromisos, aunque estuvo en el alambre ante Ecuador, que fue superior todo el segundo tiempo y forzó los penaltis empatando (1-1) en el añadido. Este fue, precisamente, el primer tanto encajado por ‘Dibu’ Martínez. El buen balance defensivo ha permitido a la Albiceleste jugar sin precipitación, esperando su momento y escondiendo sus cartas. Además, ha sido letal a balón parado.
A diferencia de lo que han hecho otros semifinalistas como Colombia, que es quien practica el fútbol más atractivo de la competición, o Uruguay, que firmó una primera fase espléndida y supo eliminar a un Brasil sin corazón, Argentina aún no ha firmado una gran actuación digna de acorde al vigente campeón continental y mundial… quizás porque no lo ha necesitado.
Scaloni no ha preparado a ciegas el choque contra Canadá, que ya tuvo un primer antecedente, en el partido inaugural del torneo. Ganó la Albiceleste por 2-0, pero ya quedó patente que el conjunto que dirige el estadounidense Jessé Marsch manejaba buenos argumentos futbolísticos con una formación disciplinada y con músculo. “Sabemos lo buena que es Argentina, pero no le tenemos miedo”, ha afirmado el que fuera técnico del Leeds United o el RB Leipzig entre otros.