Leo Messi está disfrutando cada uno de los minutos de esta Copa América 2024, que todo apunta que será su última participación en el torneo continental más antiguo del planeta. A pesar de estar lidiando con molestias en los abductores, el ’10’ lidera a una Argentina, muy fuerte psicológicamente, que afronta una nueva final, la cuarta consecutiva en un período de tres años, y la posibilidad de hacer un ‘poker’ con tres competiciones diferentes.
Este domingo, en Miami, la ciudad donde ahora reside Leo y su familia, la Albiceleste se medirá a una Colombia en alza, que acumula una racha histórica de 28 encuentros consecutivos sin perder, en una final de Copa América de altísimo nivel futbolístico. Han sido hasta la fecha las dos mejores selecciones del torneo. Y se jugarán el título manteniendo su condición de invictas con un expediente casi calcado: cuatro triunfos y un empate.
A sus 37 años, Leo tiene la posibilidad de ampliar su leyenda vestido de albiceleste y encadenar su cuarto título. Tres años atrás, en la edición de 2021 disputada en Brasil y sin público a causa de la pandemia de Covid-19, Messi rompió su gafe histórico con la absoluta. No hay que olvidar que había sido campeón del mundo Sub-20, en 2005, y que había conquistado el oro olímpico en Pekín 2008.
Con un ‘Maracanazo’ ante Brasil, dirigido entonces por Tite y que dominaba con mano de hierro el continente, ganó su primer título con su selección. El gol de Di María enterró todos los fantasmas y demasiados años de frustración e incomprensión en su país.
Leo había perdido tres finales continentales: en Venezuela 2007 contra Brasil (3-0); en Chile 2015 ante la selección local dirigida por Jorge Sampaoli (0-0 y perdió en los penaltis); y, un año después, en Estados Unidos 2016, con el mismo desenlace y los mismos protagonistas (0-0 y derrota en los penaltis contra Chile que entonces entrenaba el exblaugrana Pizzi).
El ‘Macanazo’ de 2021 se celebró en Argentina como si fuera un mini Mundial. No estaban equivocados. Allí se plantó la semilla de un equipo campeón, que se reconcilió con su historia. Y, además, la Albiceleste terminaba con una racha de decepciones en la Copa América que se extendía desde su último título en 1993.
En 2002, la Conmbebol y la UEFA desempolvaron y sacaron del cajón la final entre los dos campeones continentales. El escenario elegido para el Italia – Argentina no podía ser mejor de acorde con lo que simbólicamente estaba en juego:Wembley. El encuentro jugado a medio año del inicio del Mundial de Qatar acabó siendo un presagio. La Scaloneta barrió 3-0 a la Azurra, con tantos de Lautaro Martínez, Di María y Dybala.
Y Leo, por fin, en diciembre de 2022 ganó su Mundial, en un torneo donde Argentina estuvo al borde del desastre en la primera fase y que terminó con la mejor final que nunca se vio en una Copa del Mundo, sometiendo a la Francia de Mbappé, que era la vigente campeona.
Y, con el tres de tres en finales, Messi, que recibió por fin el reconocimiento de sus compatriotas que siempre se mereció, tocó el cielo. Cada vez, desde entonces, que se enfunda la ’10’ de su selección es un baño de masa y un homenaje en directo. Ahora, tiene la posibilidad de sumar su segundo centro continental en el Hard Rock Stadium, de Miami.