El nombre de Míchel Sánchez irá vinculado de por vida al Girona. La integración del técnico a la ciudad, la comunión con la afición y los logros conseguidos han convertido al entrenador madrileño en un ícono de un club cuyas aspiraciones han crecido de manera exponencial desde su llegada.
Precisamente el día 9 de julio se han cumplido tres años de esa fecha tan señalada ahora por los aficionados del Girona. Tras los batacazos sufridos por el club en los playoff de ascenso a la máxima categoría, Míchel llegó para convertirse en una especie de guía hacia la Primera División.
A pesar de que esa primera temporada no fue siempre con viento a favor, el club siempre le brindó su apoyó al entrenador, que terminó logrando el ascenso tras meterse como sexto clasificado a los playoff y vencer a Eibar y Tenerife.
Valor al alza
Desde entonces, el Girona no ha parado de crecer en todos los sentidos y esta temporada será la tercera consecutiva en LaLiga EA Sports, un hito histórico. Uno más, que se suma a todos los logrados esta temporada, en la que han estado luchando incluso por el campeonato y se han clasificado para la Champions League.
Míchel ha dirigido un total de 133 partidos desde su llegada hace tres años con 68 victorias, 25 empates y 40 derrotas. Los números lo dicen todo, o casi todo, porque si por algo será recordada la etapa del entrenador en el conjunto catalán será, al margen de los éxitos en forma de resultados, por su juego vistoso.
Cintura táctica, gusto por la pelota, habilidad para potenciar a jugadores y sacar su mejor versión, son muchas las características de su fútbol. Un fútbol que todavía podrán seguir disfrutando en Girona. Con contrato hasta 2026, Míchel siempre ha demostrado su amor y su lealtad por el club y la ciudad, a pesar de haber contado con algunos de los mejores equipos de Europa como pretendientes. Esta idílica historia todavía tiene más capítulos que cumplir.