Juan Carlos Ferrero ha conseguido una proeza que muy pocos pueden hacer: conseguir una doble cumbre en París, primero como jugador en 2003, y ahora, 21 años más tarde, como entrenador de una de las grandes promesas del tenis mundial, Carlos Alcaraz, que consiguió el pasado domingo su tercer Gran Slam de su carrera deportiva tras ganar la final de Roland Garros a Zverev en cinco sets. Después de alzarse con el mítico trofeo, el entrenador del murciano habló con los periodistas y compartió diversas impresiones.
A pesar de estar contento por la victoria, Ferrero no se olvida señalar todos aquellos errores, sobre todo los relacionados con la madurez, que cometió su pupilo para mejorar esos aspectos en el futuro: “Alcaraz estaba tocado, pero el día anterior se recuperó bien y ya sabíamos que iba a ser un partido igualmente largo el que iba a proponer Zverev. Él tiene que ser un poquito más estable, para intentar encontrar su nivel natural más a menudo. E intentar terminar antes, si se puede”.
“Obviamente, estamos supercontentos, porque al final se encontraron soluciones a un partido que se le había puesto cuesta arriba otra vez al estar físicamente un poquito tocado, viniendo de jugar bastantes horas contra Sinner. Demostró esa madurez que tiene y las soluciones que al final solo encuentra él. El quinto fue a buscarlo, desde el principio se soltó, fue agresivo otra vez con la derecha, buscando pegar bien hacia delante, y no guardó nada”, continuó diciendo.
“Hay jugadores que le pueden plantar cara, pero buscamos esa mejora. Que a nivel mental, tenga la estabilidad que nos gustaría para que pueda mantener ese nivel tan alto. Pero también es difícil mantener esa perfección cuando se juega a estos niveles, sabemos que es difícil, que vendrá con la madurez y hay que seguir buscándolo”.
Juan Carlos Ferrero se retiró del tenis profesional con apenas 32 años, después de una larga luchas con las lesiones. Fue entonces cuando decidió empezar su carrera como entrenador. Primero, lo intentó con el mismo Zverev, pero sus mentalidades chocaban mucho. Poco después, decidió apostar por un joven de 15 años que todavía jugaba en la categoría junior, pero del que estaba convencido de que podría construir una futura estrella. Ahora, 21 años más tarde, ha conseguido ganar su segundo Roland Garros, el primero como entrenador: “Al haber ganado aquí, he podido transmitirle a Carlos la experiencia que tuve en una final aquí. Y tener a tu pupilo que también lo ha podido ganar… Cuando nos hicimos las fotos con el trofeo le dije que era muy especial el haber ganado aquí los dos, que era una historia muy bonita y que teníamos que estar muy orgullosos”.
Por delante, se espera que Carlos Alcaraz esté en Wimbledon el próximo 1 de julio, aunque el mismo tenista ha confesado que pondrá todas sus energías en conseguir el oro en sus primeros Juegos Olímpicos, que se disputarán a partir del 26 de julio. Nadie sabe lo que pasará en el futuro, pero lo que tiene claro Ferraro es que trabajará todo los posible para seguir mejorando al tenista murciano: “Alcaraz tiene 21 años, y tiene muchísimas cosas por mejorar, y en ello estamos”.