Son muchas las preguntas que se vienen a la cabeza cuando hablamos de la desaparición de Jay Slater. Es difícil comprender cómo es posible que, tras pasar 24 días desde el pasado 17 de junio, no se sepa nada de tu paradero tras infinidad de búsquedas por todo el Parque Rural de Teno. Lo escarpado del lugar y la frondosidad de la flora han hecho más difícil la búsqueda, que fue suspendida oficialmente por la Guardia Civil el pasado 30 de junio, a pesar de que continúa investigando el caso.
A pesar de esto, tanto la familia de Slater como otras personalidades de manera individual siguen peinando la zona en busca del británico. Nada se sabe de lo que ocurrió después de que su teléfono dejase de emitir señal, pero para entender el caso hay que recapitular unas cuantas horas hacia atrás.
Jay Slater, que vino a Tenerife de vacaciones para ir a una fiesta de rave, terminó en la madrugada del domingo al lunes en el sur de la Isla, concretamente en Las Verónicas. Uno de los lugares más frecuentados por el turismo británico y, a la vez, uno de los sitios donde más peleas se registran en Tenerife. Slater visitó la discoteca Papagayo y, una vez salió de allí, comenzó el principio de su desaparición.
De Arona a Buenavista del Norte
A primera hora de la mañana, Slater decidió marcharse del municipio de Arona con dos personas que conoció esa misma noche. El joven británico llevaba una camiseta gris con una franja verde y una bandolera negra. Entre las personas con las que se fue se encontraba Ayoub Qassim, que ha hecho diversas declaraciones tanto a medios de comunicación británicos como al detective televisivo Mark Williams-Thomas.
El detective ha informado en varios de sus vídeos de algunos datos que se conocen de manera veraz: “Poco antes de las 6 am del lunes, 17 de junio, Jay abandonó el área de Las Verónicas en un auto alquilado Seat Leon con dos hombres que conocía recientemente”. A esto hay que sumarle el destino.
Llegaron hasta un Airbnb situado en el Parque Rural de Teno, Casa Abuela Tina, parando por medio en el trayecto a tomar algo. Qassim dijo en su momento que a Jay se había quedado abandonado por sus amigos y que, además, había perdido las llaves de su habitación y quería seguir de fiesta. Por ello, le ofreció irse a su apartamento aquella noche.
Esto ha sido puesto en duda por el tío de Slater, Glen Duncan, que ha tirado de lógica para dudar de esta versión: “El hecho de que haya dicho que todos sus compañeros lo habían dejado tirado y no tenía a donde ir, estando a 10 minutos de su apartamento en Los Cristianos (en referencia a lo que dijo Qassim). No es estúpido. Si no hubiera tenido la llave de la habitación podría haber ido a recepción a buscar una nueva”.
Una imagen que confirma su localización
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Slater colgó su última foto en la red social Snapchat alrededor de las 7:30 am. En ella se veía la figura del joven de cintura para abajo y por fuera de la propiedad. Todo ello, con un cigarro en la mano.
Qassim, en teoría, le contó a Wlliams-Thomas lo siguiente: “Ayub le dijo a Jay “el sofá es para ti” y le dio una toalla y una manta. Le ofreció que se diese una ducha y Jay le pidió un cigarrillo y un cargador de móvil. Este lo cogió de la habitación del amigo de Qassim”.
Si esto es real, ¿qué habría empujado a Jay Slater a que, media hora después de tomar la foto, decidiera abandonar el piso e irse a su alojamiento? La última persona que vio a Slater fuera de la propiedad fue una vecina del lugar que afirmó al MailOnline que Jay le había preguntado por las guaguas hacia Los Cristianos. Además, afirma que 10 o 15 minutos después lo vio caminando por la carretera que sale del pueblo de Masca.
Según esta mujer, le dijo que la guagua salía a las 10 am, en cambio Qassim afirma que Slater volvió tras esa conversación para decirle que la guagua salía cada 10 minutos. Según cuenta Williams-Thomas, Qassim se ofreció a llevarlo de vuelta al sur: “Qassim le dijo: “Amigo, relájate, te dejaré en la ciudad cuando me despierte del todo”. Jay dijo: “No, no, no, tengo hambre, necesito algo de comer”. Tras esto, Qassim cerró la puerta de su casa y afirma haber recibido más tarde la llamada de un amigo de Jay diciéndole que estaba en una zanja en algún lugar y que un cactus lo había cortado.
Sin batería
La geolocalización del móvil es la última información veraz que se tiene de Slater. El joven llamó a su amiga Lucy Mae Law, una de las personas que viajaron con él, para decirle que volvía a casa caminando porque había perdido la primera guagua del día.
Además, le comentó que tenía sed, estaba cansado y que se había cortado la pierna con un cactus. Todo esto en torno a las 8:15 de la mañana, La última señal que da su teléfono fue a las 8:50 am, y lo situaba cerca de Masca, donde se han centrado las labores de búsqueda principalmente.
Un acertijo sin resolver que tiene a la familia de Jay Slater descompuesta y pidiendo más ayuda a la policía española. La desesperación por encontrar a su familiar va en aumento cuando nos encaminamos al mes de desaparición.