Casi tres años, desde el Gran Premio de Arabia Saudí de 2021, han pasado de la última victoria de Lewis Hamilton en F1. Hasta hoy. El heptacampeón ha resurgido de sus ‘cenizas’ en su pista talismán de Silverstone, en la que de niño forjó su pasión por la velocidad y en 2006 se ganó su plaza convenciendo a Ron Dennis en un test con McLaren. Lewis se ha derrumbado tras cruzar la meta, ovacionado por sus compatriotas. Ha roto a llorar desconsolado y minutos después, ante las cámaras, ha mostrado su lado más humano.
Emocionado tras fundirse en un abrazo con su padre Anthony, Hamilton ha tenido que interrumpir su entrevista a pie de podio porque no podía contener las lágrimas y después de tomarse un respiro, ha querido relatar el calvario que ha atravesado durante los últimos años, una larga travesía en la que el éxito le dio la espalda después de perder su octava corona mundial ante Verstappen, en Abu Dhabi 2021.
“He esperado más de lo que debería por esta victoria, he tenido problemas de salud mental, ha sido muy duro intentar llegar todos los días con mentalidad positiva para mantenerme motivado y entrenar. Hubo días en los que no podía salir de la cama. Pensaba que esto no sería posible. Ahora me alegro de haber insistido”, ha revelado el piloto de Mercedes en un arrebato de sinceridad.
La victoria 104 de Hamilton es además la última con los colores de Mercedes en su país natal antes de poner rumbo a Ferrari en 2025. Por eso, asegura sentirse liberado al poder corresponder la entrega del equipo que le ha acompañado en seis de sus siete títulos mundiales.
“Quería ganar por ellos, porque aprecio todo el trabajo que han hecho durante todos estos años. Estoy muy agradecido a Mercedes, a todos los socios, también por todos los aficionados increíbles, os podía ver vuelta tras vuelta y la verdad es que no hay mejor sentimiento que terminar arriba aquí. Es dificilísimo no ganar, pero lo importante es seguir levantándote, seguir sacando de donde no hay”, ha celebrado.
“Ha habido días entre 2021 y ahora en los que no me sentía lo suficientemente bien o que no iba a llegar a donde estoy ahora, pero lo importante es que tengo gente estupenda a mi alrededor que me sigue apoyando. Mi equipo, cada vez que llego y veo lo que se esfuerzan, me anima a hacer lo mismo. Por lo demás, mis seguidores, cuando los veo por todo el mundo, me han apoyado muchísimo, así que muchas gracias a todos en la fábrica, a todos los que estáis aquí, os quiero, y que Dios os bendiga”.
Un final de “cuento de hadas” a ojos de Toto Wolff, el jefe de Mercedes, que en su día pronosticó que Hamilton cerraría su etapa en Mercedes con una victoria y a poder ser, en su tierra: “Ha sido fantástico, no se podía haber escrito mejor nuestra despedida del Gran Premio de Gran Bretaña después de doce años, ha sido genial”, ha valorado el austríaco.