Pese a las lesiones que lo han martirizado en las últimas temporadas, Ferrao deja el Barça por la puerta grande y encumbrado como uno de los grandes referentes de la sección a la que llegó en 2014 procedente del Tyumen ruso, en los lejanos y fríos Urales que marcan la frontera geográfica entre Europa y Asia.
Se va con más de 300 goles como el segundo máximo realizador de la historia de la sección tan solo por detrás de Sergio Lozano y con 17 títulos ‘grandes’ de un palmarés que jalonan dos Champions, un título con el que siempre soñó y que se le resistió seis años.
El de Chapecó conversó con SPORT en el Palau Blaugrana, donde ha vivido momentos inolvidables. Elegido tres veces mejor jugador de mundo, el pívot asegura que se va “como un catalán más”, señala la Copa de España de La Fonteta en 2019 como el momento clave que cambió la realidad del equipo y lamenta las finales y la Champions que se escaparon.
¿Han sido los 10 años son los más importantes de su vida?
Seguro, sin ninguna duda. He madurado muchísimo aquí, tanto deportivamente como a nivel personal. No tengo ni que pensarlo para decir que han sido mis mejores años y los más importantes.
Ya fue un signo de madurez cuando decidió irse a los Urales rusos en 2011…
Sí, allí es quizá donde más aprendí. Tuve que adaptarme al clima y aprender el idioma en una cultura totalmente diferente a la mía y a la de España. Mira, no se me olvida que jugué mi último partido en Brasil a 40 grados en verano y nada más llegar a Rusia jugamos a -42ºC en Norilsk. ¡82 grados de diferencia! Cuando llegué al Barça no estaba maduro del todo, pero sí más próximo a la madurez gracias a esta etapa en Rusia.
Ese chico de 23 años que llegó al Barça en 2014, ¿habría imaginado llegar tan lejos?
¡Ni en mis mejores sueños! Yo llegué al Barça ganador de Marc Carmona los iconos como Wilde, Torras (actual coordinador de la sección), Fernandao, Ari, Saad… todos eran espectaculares. Yo venía con la idea de jugar la Champions por primera vez y ganar la liga española, que todos dicen que es la mejor.
¿Y qué piensa cuando mira atrás?
Pues veo que he ganado cuatro Ligas, dos Champions, cuatro Copas de España, cuatro Copas del Rey, tres Supercopas… nunca lo imaginé. Y me voy muy, pero que muy feliz de aquí con la sensación de haber cumplido y también de llevarme el reconocimiento del club y de la ciudad. Me voy como si fuera un catalán más. Incluso tengo una hija que es catalana. O sea, que ya soy catalán hasta por familia.
Siempre soñó con ganar la Champions y le costó seis años, pero se lleva dos…
La primera fue aquí en el Palau a puerta vacía por el Covid. Me habría gustado que hubiese estado lleno, con toda la gente y los ‘Dracs’ apretando al máximo. Fue un momento muy difícil que pasamos toda la sociedad. De todas formas, la Champions es la Champions y la gente disfrutó por la tele. Me quedo con las dos Champions, pero me duelen las que he perdido, sobre todo las finales. La de Zadar, la del Kairat el año que llegué y la de esta temporada contra Palma, aunque sabíamos las circunstancias, que íbamos con mucha menos gente por las lesiones y estábamos mucho más cansados. Quería haber ganado más.
¿Con qué momento se quedaría?
La Copa de España que ganamos en Valencia (2019), donde rompimos todas las hegemonías tanto de Inter como de ElPozo y empezamos nuestro ciclo, que ya tocaba. Veníamos de jugar bien las finales, pero aún teníamos enfrente al Inter ganador. Necesitábamos un título para terminar de convencernos y ahí empezó nuestra etapa ganadora. No es el título más importante, pero sí fue clave a nivel de equipo, porque dijimos… ¡ahora mandamos nosotros!
Lo fichó Marc Carmona. ¿Qué recuerdo tiene de él?
Yo llegué aquí superverde y Marc me ayudó un montón. Aprendí mucho de él y de Cani (Albert Canillas). Me trajo al Barça y siempre le estaré agradecido.
Con el que más brilló es con Andreu Plaza.
Sin duda. Fue el entrenador que más confió en mí y me dejó más ser yo. También me enseñó muchas cosas. Me picaba mucho y me apretaba para que defendiese, porque yo siempre tuve mis características ofensivas y me costaba mucho defender, que es clave en el fútbol sala. Hay que defender sí o sí.
Por desgracia de Jesús Velasco ha disfrutado poco…
En su primera temporada disfruté un montón. Después he sufrido mucho con las lesiones. Jesús siempre tuvo un juego de 4-0 que cambió al 3-1 para mí y me ha aportado muchísimo. Siempre intentó que estuviese cómodo.
Llegó aquí en 2014 y ya estaba aquí Sergio Lozano. Ahora se va y él se queda…
Sergio Lozano es sin duda el jugador más grande de la historia de la sección por los años, por el liderazgo, por todo lo que ha ganado. Es el que más títulos tiene, el máximo goleador… Es el jugador más importante del Barça. Cuando llegué, me acuerdo de que le decía medio bromeando, ‘tú eres el jugador franquicia’. Bromas aparte, para mí ha sido un placer jugar con el ‘Búfalo’. Físicamente es un animal y su liderazgo es brutal. Lástima de las lesiones, que hemos sufrido los dos mucho.
¿Por qué se va Ferrao?
Bueno, tenía muchas ganas de un nuevo desafío deportivo.
¿Un nuevo desafío o el último?
De momento uno nuevo. Puede que sea el último, pero yo quiero seguir jugando mientras me encuentre bien y espero que no me pase como los últimos años con las lesiones. Si me respetan, puedo seguir más años, pero de momento voy paso a paso y ahora quiero volver a disfrutar del futbol sala. Sé que nunca estaré tan a gusto como en el Barça, pero a nivel deportivo a veces los jugadores necesitamos cosas nuevas.
¿A día de hoy cómo está físicamente?
Mejor que hace unos meses, porque he sufrido mucho con las lesiones. En la parte final de la temporada ya estaba bien, pero tuve un problema pequeñito en la rodilla. Son cosas normales que pasan después de tanto tiempo de rehabilitación por la lesión grave que tuve en el tendón. Ahora ya estoy recuperado.
¿Podrá empezar la pretemporada con normalidad en su nuevo destino?
Sí, sin duda. Incluso quería haber jugado el tercer partido de semifinales y casi seguro que habría jugado la final. Tenía en la cabeza ayudar y acabar jugando, pero por circunstancias no pudo ser.
En el anterior Mundial vivieron un calvario por el Covid y aún así fueron bronce. ¿Es la hora de Brasil?
Nos lo merecemos por el trabajo de todos estos años. Brasil nunca ha tenido una preparación tan buena como la de este Mundial. Yo no he podido ir esta temporada, pero hablo del ciclo de los últimos tres años. Siempre tuvimos problemas entre Federaciones que no nos dejaban trabajar bien o hacíamos una selección solo de ‘europeos’ o solo con los que juegan en Brasil. Casi nunca estábamos con la selección principal y ahora sí estamos haciendo las cosas bien, entrenando todos juntos y jugando partidos. En Guatemala, en 20 de los 30 días tuvimos a 10 jugadores confinados y entrenábamos cinco. Con eso no basta para ganar un Mundial. Ahora estamos más preparados y tenemos muchas posibilidades de algo muy bonito.
¿Cree que el nuevo Barça seguirá aspirando a todo?
Creo que sí. El Barça será siempre el Barça. Los jugadores que están tienen mucho carácter y mucho nivel. Quedan muchos de la generación que ganamos tantos muchos títulos y esto se lleva en la sangre. Ellos transmitirán el espíritu de lo que es estar en el Barça a los que vayan viniendo. Cuando llevas esta camiseta tienes que ganar sí o sí y yo lo sé muy bien, porque sufrimos muchos años sin conseguirlo.