Juega bien España que parece más un equipo de un club que una selección. Presiona bien, ataca con orden, realiza eficaces transiciones y se repliega con rapidez cuando el contrario tiene ocasión de realizar algún contrataque. Los futbolistas parecen conocerse de toda la vida y que jueguen de memoria. Y eso que el seleccionador decidió cambiar a once de los diez titulares que compitieron contra Italia.
No se notó la revolución, aunque es verdad que Albania no compite como Italia. En el centro del campo, Mikel Merino, recuerda al añorado Sergio Busquets aportando orden y situándose siempre donde su aportación es necesaria, los centrales siempre están bien situados y delante hay gol. Marcó en la primera parte Ferran Torres que junto a Dani Olmo y Joselu conforman una peligrosa delantera.
No tienen la chispa Lamine y Williams, pero sí un buen ‘plan b’. De la Fuente es uno de esos entrenadores que mejora el rendimiento de sus futbolistas. No hay ni uno que ande despistado por el terreno de juego. Solo durante un tiempo del segundo periodo, Albania intento lo imposible y presionó a España. Ante esa situación, De la Fuente decidió dar entrada a Lamine y Morata y poco a poco volvió a equilibrar el encuentro.
Lamine es ya una estrella conocida en toda Europa. La afición rival lo detecta igual que sus rivales. Saben que una genialidad suya puede decidir un encuentro. No tuvo muchas oportunidades de mostrar su clase, pero fue curioso verle jugar junto a Jesús Navas. El defensa sevillano tiene 22 años más que el barcelonista.
En fin, que España acaba primera de grupo tras una buena primera parte, una irregular segunda y un buen partido del guardameta, David Raya. Ahora llega la hora de la verdad. Una semana de descanso y a octavos. Parten como claros favoritos, pero a partir de ahora no hay margen de error.