Uno ve a otros rivales y no tiene más remedio que ilusionarse. Esta semifinal entre Inglaterra y Holanda, que por más que se hayan sacado de la manga lo de Países Bajos siguen siendo holandeses, deja claro que España es tan favorita que solo podría perder la final. Porque ni ingleses ni neerlandeses tienen juego ni capacidad para vencer a una Roja que viene de ganar a dos rivales mucho más competitivos desde la misma propuesta.

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