Sergio Pérez solo ha sumado 15 puntos en los seis últimos Grandes Premios pese a pilotar el mejor coche de la parrilla. Marcha sexto en el campeonato, muy lejos del líder, su compañero Max Verstappen. Y en Silverstone, este domingo, volvió a marcharse de vacío.
“La carrera ha sido un desastre. Estoy inmerso en un periodo muy difícil y el calendario, con tres carreras consecutivas, es agotador. Necesito un descanso para estudiar lo que está pasando y para volver en forma en la próxima carrera“, reconoció Checo tras bajarse de su monoplaza, en plena fiesta británica por la victoria de Lewis Hamilton.
“Desgraciadamente no hemos tenido aquello que hubiéramos necesitado. Hemos arriesgado en los inicios, pero no ha funcionado, todo lo contrario. Jugamos la carta de los intermedios, pero fue demasiado pronto, durante seis vueltas fui el único en intermedios pero la pista estaba seca y cuando la lluvia llegó, tenía las gomas destruidas. Perdí mucho terreno y posiciones, me doblaron los líderes, no podía mantener las gomas en temperatura. Correr en esta situación no es agradable”, resumió sobre su fallida estrategia después de salir desde el pit lane.
La cláusula que le pone en peligro
El bajo rendimiento de Pérez, que protagonizó un sólido arranque de temporada, empezó después de que Red Bull anunciase su renovación por dos temporadas, acallando los rumores sobre posibles sustitutos (Ricciardo, Lawson, Sainz…). Y estos días en Silverstone han vuelto a surgir las dudas acerca de su continuidad. El primero en alentarlas fue, cómo no, Helmut Marko. “Es posible” respondió el austríaco preguntado por las opciones de Ricciardo para relevar a Checo después del verano.
Otros en el paddock señalaron que en el contrato recientemente firmado por el mexicano existe una cláusula de rendimiento que indica que debe estar a menos de 100 puntos de Max cuando el Mundial afronte la pausa estival. Quedan dos carreras sólo para llegar al parón de agosto y Checo está a 137 puntos del neerlandés.
“Sé lo que pone mi contrato, pero no quiero que esto me distraiga. Afortunadamente hay una semana de descanso ahora. Hay que trabajar con el equipo y concentrarnos en enderezar la situación en Hungría y Spa. Ésta es la prioridad, salir de estos momentos difíciles”, advirtió Pérez. Esta claro que ni con dos años de contrato por delante puede estar tranquilo. Es el precio que se paga por estar en la F1 y en el mejor equipo del mundo.
El jefe de Red Bull, Christian Horner se lo recuerda: “Checo sabe que es insostenible no sumar puntos para el campeonato de constructores. Tenemos que sumar puntos con ese coche y él lo sabe. Conoce su papel y su objetivo, así que nadie tiene más ganas que Checo de volver a encontrar su forma”.