Los diputados de la Comisión de Defensa del Congreso examinan estre martes el informe de exportación de armas y tecnologías de uso civil y militar presentado por la Secretaría de Estado de Comercio y referido al último dato anual conocido: el del año 2022, ejercicio en el que las industrias armamentistas de este país colocaron en los mercados extranjeros productos por valor de 4.091 millones de euros. Es el mismo año en cuyo mes de febrero la federación rusa atravesó con su ejército las fronteras de Ucrania.
Ojos de la cámara baja sobre un sector estratégico y al que rodean diversos muros legales de secretismo. El grupo de países de la OTAN y de la UE fue el que atrajo la mayoría de estas ventas, por valor de 2.542,5 millones de euros, un 62,1% de las armas vendidas. El resto de países, con gran protagonismo de Arabia Saudí, atrajo el resto d elas ventas, con 1.548,8 millones de euros.
El reino saudí compró armamento a España por valor de 858,3 millones de euros, inversión cuyo tamaño se explica por la entrega en ese ejercicio de tres corbetas construidas en España.
Las ventas a Israel tuvieron una presencia testimonial, con 2,3 millones de euros adquiridas por ese país. Fue una compra de bombas de aviación cargadas e inertes, que iban a ser dirigidas la reexportación para la Fuerza Aérea de la India.
Alto crecimiento: 35,5%
El informe objeto de dictamen en esta sesión de la Comisión de Defensa del Congreso no es el último de los emitidos por la Secretaría de Estado de Comercio. El más reciente se refiere a las exportaciones españolas de material de defensay tecnologías de doble uso entre enero y junio de 2023.
En este informe más reciente, dos detalles destacan como lo más trascendente: el crecimiento y la lista de clientes, y ambos detalles son también los que más arista política tienen.
El aumento de las exportaciones de armas y material asimilado es muy significativo : un 35,5% frente al primer semestre de 2022. No hay ningún otro sector que haya registrado un incremento de esta maginutud en las exportaciones desde España. Se trata, en euros, de 1.753 millones en el semestre analizado contra 1.293 millones en la primera mitad de 2022.
Rusia, también cliente
Los países de la Unión Europea son el principal destino de esas exportaciones, con 785,2 millones de euros, y de ellos son Francia y Alemania los principales, con 547,2 millones de esos 785. Pero esta presencia de la UE en el informe se explica por los proyectos industriales de defensa compartidos, como los que desarrolla el consorcio Airbus. Buena parte de la actividad exportadora de la industria española de armamento fue atraida por paíss OTAN (1.033 millones de euros), con un 58,9%.
Pero también las ventas a países que no pertenecen a la Alianza Atlántica aportan rasgos más destacados de a un boceto de la coyuntura estratégica: 625,4 millones de euros se facturaron en exportaciones a 28 países no OTAN, grupo en el que el principal cliente fue Arabia Saudí, con 279,4 millones de euros, por los programas navales en marcha; el segundo fue Ucrania, con 102,7 millones y el tercero Filipinas con 41,8 millones.
En la lista de clientes de firmas españolas de defensa en ese primer semestre está también Rusia. No lo es de armamento propiamente dicho, pero sí de tecnología variada susceptible de ser utilizada en la fabricación o mejora de armas, la llamada “de doble uso”. De los 141,5 millones de euros de valor de lo exportado en esta clase de producció, la Federación Rusa pagó 13,5 millones, siendo el segundo cliente tras Singapur, con 16,9 millones.
Embargos
El informe de la Secretaría de Estado de Comercio refiere como lo más vendido en este apartado en la primera mitad del año pasado productos de hardware, software y robots de desactivación de explosivos a Singapur, y lotes de máquina herramienta y equipos para procesar alimentos a Rusia.
No surtió efecto en este caso el embargo europeo impuesto a las ventas al país gobernado por Vladimir Putin, por la invasión de Ucrania, pues se trató de contratos que se habían firmado antes del 26 de febrero de 2022, fecha de entrada en vigor de las prohibiciones implementadas por la UE a causa de la invasión de Ucrania.
Sí fueron interceptados, en aplicación de esas sanciones, contratos de venta a Rusia de analizadores de laboratorio con sus reactivos, tarjetas de análiss de sangre y un liofilizador de alimentos.
Además, el riesgo de que ciertos materiales fueran desviados a Moscú causó la anulación de dos licencias de exportación a la India de controles para drones urbanos.
Fueron además prohibidas varias operacionres de venta de tecnología a China, apreciando riesgo de que fuera desviada de un uso industrial civil a la fabricación de misiles.