El PP encontró hace semanas la vía para dividir al bloque de la investidura, la política internacional. Y no deja de aprovecharlo. Este jueves, los populares han logrado que el PSOE se quede solo en su rechazo al referéndum que plantea la misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental. Los 120 diputados socialistas, más José Luis Ábalos, han sido los únicos en votar en contra después del viraje que protagonizó el Gobierno de Pedro Sánchez hace dos años respaldando por primera vez el plan autonomista de Marruecos sobre este territorio. También se han opuesto a incrementar la cooperación en los campamentos de población refugiada saharaui “en la misma proporcionalidad de la cooperación con Marruecos”.
Como ya ocurrió hace unas semanas, las principales divisiones entre el PSOE y el resto de aliados parlamentarios se producen a la hora de tratar la política internacional. En esta ocasión, el PP ha conseguido aprobar una proposición no de ley sobre la situación del Sáhara y las relaciones con Marruecos con el apoyo de Vox, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, Podemos, BNG, Coalición Canaria y UPN. Todos los diputados de la Cámara a excepción de los socialistas.
En concreto, los 228 diputados han apoyado “recuperar la posición histórica de neutralidad activa de España respecto al contencioso del Sáhara Occidental”, después de que el Ejecutivo reconociese en marzo de 2022 la marroquinidad de este territorio. En la misma línea han reclamado que se apoye la misión de las Naciones Unidas para celebrar un referéndum que permita a los saharauis pronunciarse sobre el estatus de su territorio.
No han sido los únicos puntos que el PP ha logrado aprobar. Sumar ha apoyado instar al Gobierno a comunicar a Marruecos la posición respecto al Sáhara, pero también a las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, las cuales piden que se reabran en el plazo máximo de 90 días. Por otro lado, los de Yolanda Díaz han respaldado promover en el seno de la Unión Europea la adopción del estatuto de región ultraperiférica para las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.