Enrocado y desafiante. Así abre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, una semana crucial para el futuro de su vida política, de su mandato y de la carrera demócrata para las elecciones de noviembre frente a Donald Trump.
Conforme el Congreso retornaba al trabajo este lunes tras un receso, el presidente ha enviado una carta a su formación reiterando su “firme compromiso en seguir en esta carrera hasta el final” y les ha instado a poner fin a las discusiones internas sobre la continuidad de su candidatura, que estallaron en público cuando desató el pánico la calamitosa actuación del demócrata, de 81 años, en el debate de hace 10 días frente a Trump.
“Es el momento de unirse, seguir adelante como un partido unificado y ganar a Donald Trump”, dice Biden cerrando la carta, de dos folios, que llega después de que este fin de semana se elevaran a nueve los congresistas que le han pedido la retirada, incluyendo cuatro con posiciones de liderazgo en comités en la Cámara Baja que lo hicieron en una reunión dominical de ese liderazgo.
Biden también este lunes llamaba a MSNBC, la más progresista de las cadenas de noticias de cable. Era una táctica que él no ha solido emplear durante su mandato pero que Trump hizo habitual con la conservadora Fox News. Y en esa breve entrevista, donde hablaba con energía y fuerza pero según delataba el ruido de folios también leyendo parte de sus respuestas, exponía claramente su desafío, criticando a las “élites” del partido y retándoles abiertamente a plantear una alternativa durante la convención demócrata en Chicago en agosto. “Si alguno cree que no debo presentarse que se presente contra mí. Adelante, anuncie (su candidatura) para presidente. Réteme en la convención”, decía Biden.
Es una manera de desatar temores sobre una convención abierta que podría dañar a los demócratas al exponer guerras intestinas. Hay quien piensa, no obstante, que un debate y una lucha organizada por la sucesión, especialmente si Biden decidiera señalar su apuesta de que la nominada fuera la vicepresidenta Kamala Harris, también podría tener sus ventajas, acaparando la atención mediática que tanto beneficia a trump o impulsando la figura de Harris o quien sea el candidato ante el electorado nacional.
Las primarias y las élites
El argumento de Biden, tanto en la llamada como en la carta, es que tiene una “obligación” con los votantes demócratas que en primarias le dieron el apoyo abrumador. Recordaba que en ese proceso recibió más de 14 millones de votos, o el 87% de los emitidos, y que tiene casi 3.900 de los cerca de 4.000 delegados. Recordaba, también, que solo tuvo tres retos (el de Robert Kennedy Jr., que pronto abandonó para presentarse como independiente, el de Dean Philips y el de Marianne Williamson). “El partido ha votado. Me han elegido. ¿Decimos simplemente que el proceso no importaba, que los votantes no tienen voz?”, planteaba.
Lo que Biden ignora en su argumentación es que las preocupaciones de los votantes sobre su capacidad física y mental no son una invención. Llevaban meses apareciendo en las conversaciones con demócratas y en las encuestas, y tras el debate solo se han disparado. Por ejemplo en un sondeo de ‘The New York Times’ tras el duelo en Atlanta un 74% de los votantes demócratas dijeron que lo veía demasiado mayor para un segundo mandato.
Congresistas y donantes
Biden está tratando también de aplastar las dudas dentro de su propia formación, la preocupación que expresan congresistas que se enfrentan a su propia reelección en noviembre y piensan que su continuidad puede dañar sus opciones y la de grandes donantes que han decidido o pedir abiertamente que tire la toalla o planean ya pasar fondos a otras campañas en las Cámaras si persiste o reservarlas para un candidato alternativo.
Para Biden, que el viernes en una entrevista con ABC News dijo que solo se retiraría si se lo pidiera Dios (“el señor todopoderoso” en su expresión), todos los momentos ahora son ya cruciales. Este martes arranca en Washington la cumbre de la OTAN, donde además de participar en reuniones tiene previsto ofrecer el jueves una rueda de prensa, la primera en solitario desde finales de 2022. Y su campaña ha anunciado un acto electoral el viernes en Detroit (Michigan) y, tras un fin de semana en la playa, viajes la semana próxima a Tejas y Nevada.