El lunes ha sido un jarro de agua fría para una selección española que había vivido tres excelentes días en el Europeo de Atletismo que se está disputando en el Olímpico de Roma con todas las miradas puestas ya en la final de triple salto de este martes en la que el debutante hispanocubano luchará por emular el histórico oro de Ana Peleteiro del domingo.
El único argumento real para luchar por las medallas era Dani Arce. El burgalés, un ‘guerrero’ que no dudó a la hora de sacrificar parte de su carrera para dedicarse al cuidado de su madre enferma de esclerosis, llegaba como líder continental del año (8:12.28) en la oportunidad de su vida tras ser cuarto hace dos años en Múnich a la espera de recibir el bronce por el positivo del italiano Abdelwahed y noveno el verano pasado en el Mundial de Budapest.
Y lo dio todo pese a correr lastrado por un control antidopaje que le ha provocado un fuerte resfriado. El discípulo de Benjamín Álvarez lideró el grupo perseguidor del italiano Osama Zoghlami, quien llegó a disponer de hasta 30 metros de ventaja hasta que fue engullido al tañido de la campana al paso por el 2.600.
Ese correr de riptus forzado de Arce se acentuó más en la última vuelta, aunque logró encarar tercero la recta final pese a un heterodoxo paso de la ría. Ya se veía superado en el último obstáculo y al final acabó quinto con una notable marca (8:16.70). La victoria fue para el francés Miellet (8.14.01), seguido por su compatriota y favorito Bedrani (8:14.36) y por el alemán Bebendorf (8:14.41).
Bestué, sin límites
La mejor noticia vespertina la protagonizó Jaël Bestué, consagrada ya como la ‘reina’ de la velocidad española y de un relevo 4×100 metros que podría obtener en Roma en ansiado billete olímpico. La discípula de Ricardo Diéguez ‘Panter’ bajó por primera vez de los 23 segundos en la actual campaña para colarse en la final de 200 metros.
Tras disputar las semifinales de 100 y 200 metros el pasado verano en el Mundial de Budapest, la catalana logró la sexta mejor marca de las ocho finalistas (22.81) y podría luchar por el bronce si mejora su marca personal (22.54) en principio con la británica Daryll Neita (22.51) y con la suiza Mujinga Kambundji (22.52) jugándose el título que defiende la helvética. Por contra, cayeron en esta penúltima ronda la solanera Paula Sevilla (23.19) y la debutante balear Esperança Cladera (23.37), quien había pasado la ronda previa por la mañana.
Los campeones
La gran sorpresa de la tarde la protagonizó el suizo Timothé Mumenthaler (21 años), quien rebajó su marca personal en siete centésimas para imponerse con 20.28 (nuevo récord europeo sub’23) en una espectacular recta en la que superó al ídolo italiano Filippo Tortu (20.41) y al también suizo William Reais (20.47).
En martillo, la tricampeona olímpica y tetracampeona mundial y europea Anita Wlodarczyk tuvo que conformarse con la plata. La polaca de 38 años lanzó 72,92 (a más de 10 metros de su récord mundial) y no pudo con la italiana Sara Fantini (74,18) con la gala Rose Loga tercera con marca personal (72,68). En pértiga, la suiza Angelica Moser (4,78) se impuso a la laureadísima griega Stefanidi (4,73) y a la gran derrotada, la británica Molly Caudery (4,73).
Las mejores pruebas fueron las finales de 400 metros. El belga Alexander Doom confirmó el oro mundial bajo techo con el título europeo con unos sensacionales 44.15 por delante del británico Dobson (44.38), ambos con marca personal con el reputado neerlandés Bonevacia tercero (44.88).
Aún más impresionante fue el registro ‘sub 49’ de la polaca Natalia Kaczmarek con 48.98 que la sitúan tercera del mundo tras la colosal vallista estadounidense McLaughlin y la jamaicana Pryce. Sensacional también, la irlandesa Adeleke batió el récord europeo sub’23 (49.07) y, muy lejos, la campeona mundial del relevo 4×400 Lieke Klaver se colgó el bronce (50.08).