No había marcado en cuatro partidos, solo había dado una asistencia y además había sufrido con problemas físicos. Pero en la semifinal de este martes, Lionel Messi despertó con su primer tanto en la Copa América y con pinceladas de magia justo cuando se acerca el momento de la verdad.
El gol número 109 de Messi en 186 encuentros con la Albiceleste no pasará a la historia como una maravilla estética: fue una jugada deslavazada en el minuto 51, que acabó con un tiro de Enzo Fernández y que Messi solo desvió levemente para acreditarse la diana.
Espectacular o deslucido, un gol es un gol y este de Messi colocó el 2-0 definitivo con el que Argentina se impuso a Canadá y se sacó el billete para la final del domingo. Miami, donde Messi es un dios desde su aterrizaje en la MLS el año pasado, acogerá el duelo por el título y al que solo le falta por saber si el otro invitado para la fiesta será Uruguay o Colombia.
Pero su nombre ha sido coreado como el de un auténtico héroe por todos los estadios de la Copa América, algo que por supuesto también sucedió esta noche en el MetLife Stadium de East Rutherford (Nueva Jersey, EE.UU.) ante más de 80.000 personas. Tras una gris actuación en los cuartos contra Ecuador, el ’10’ dio esta noche notables signos de mejoría para alegría de sus fans y temor de sus rivales.
Activo e implicado
En la primera parte probó suerte con un tiro desde la frontal y también escorado tras hacer un eslalon entre rivales. No llegó entonces el gol, pero se le vio activo, implicado, con ganas. Si Argentina se atascaba en el medio, Messi bajaba al eje para engrasar la maquinaria; y si conseguía asociarse con Ángel Di María y Julián Álvarez, la Albiceleste metía una marcha más.
Las apariciones de Messi ayudaron a una Argentina a la que, por tramos, le costó descifrar en la primera mitad a una Canadá atrevida y sin complejos. ‘La Pulga’ no participó en el gol de Julián Álvarez, servido con precisión por Rodrigo de Paul. Pero su tanto en la segunda mitad dio mucha tranquilidad a los de Lionel Scaloni y acabó además con su extraña sequía hasta ahora en esta Copa América.
Así, la edición de 2011 se mantiene como la única Copa América en la que Messi no vio puerta. Tras no disputar el tercer partido de la fase de grupos contra Perú por molestias en el abductor, Messi ofreció mejores sensaciones físicas ante Canadá que contra Ecuador, donde se le vio espeso y falto de ritmo.
Pero justo el día en el que Argentina celebró el Día de la Independencia, Messi despertó y dejó a su Albiceleste ya a solo 90 minutos de reeditar el título de 2021.