Nuevo tiempo político en Extremadura. La presidenta de la Junta, María Guardiola, podrá gobernará en solitario después de que el líder de Vox, Santiago Abascal, haya roto los cinco pactos de gobierno autonómicos que rubricó con el PP ante la crisis por el reparto de los menores migrantes. Los dirigentes de la formación llevaban días avisando al PP de que darían por rotos los gobiernos de coalición de Extremadura, Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana Murcia y Baleares si aceptaban la distribución propuesta por el Gobierno y tras la reunión del pasado miércoles en Canarias, el partido ha consumado su amenaza.
Abascal ha reunido de urgencia este jueves en Madrid al Comité Ejecutivo Nacional, que ha acordado por unanimidad retirar su apoyo al PP en Extremadura y las otras cuatro comunidades en las que gobiernan en coalición, de tal forma que este partido pasará a ejercer una oposición “leal y contundente” en esta regiones. “Es imposible pactar con el que no quiere hacerlo”, ha argumentado Abascal en una breve declaración retransmitida por videoconferencia.
El líder de Vox, sin ninguna referencia a Extremadura, ha acusado a Alberto Núñez Feijóo de pretender “imponer políticas de fronteras abiertas” y ha advertido de que “nadie ha votado” a Vox ni al PP para que se mantenga la “invasión” de emigración ilegal y de menores no acompañados en España. Según ha dicho, Vox retira su apoyo parlamentario al PP y todos los consejeros y vicepresidentes de la formación presentarán su dimisión este viernes. De momento, los líderes de Vox en Extremadura no se han pronunciado y tampoco la Junta de Extremadura, que esperará a este viernes para hacer una valoración de los acontecimientos.
El presidente de Vox en Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, reconoció este miércoles que la inmigración no es uno de los asuntos recogidos en las 60 medidas del acuerdo de gobernabilidad PP-Vox en Extremadura, pero sí refrendó las palabras de Abascal: “El presidente ha expresado su criterio, que es el criterio del partido y al que yo naturalmente me sumo”, añadió sin fisuras. Y en la misma línea se ha pronunciado este jueves el único consejero de Vox en la Junta de Extremadura, Ignacio Higuero, que ha confirmado ya que acatará “con lealtad” el dictado de Abascal y por tanto, presentará su dimisión.
“Estoy a lo que me remita mi presidente y me digan desde Madrid”, ha dicho tras reconocer que sí le “apenaría” dejar la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. A diferencia de lo que ha ocurrido en otras comunidades, Higuero ha mantenido este jueves su agenda institucional como consejero de la Junta y de hecho, ha hecho estas declaraciones a los medios desde el municipio hurdano de Cabrero, donde se desplazó junto al director general de Infraestructuras Rurales, Patrimonio y Tauromaquia, José María Sánchez Cordero (también de Vox), para recepcionar la obra del camino rural Valdastillas, Cabrero y Navaconcejo.
Tranquilidad en el PP
Mientras tanto en el PP reina la tranquilidad. La presidenta de la Junta, María Guardiola, ha defendido este jueves que el pacto de gobierno se está cumpliendo “escrupulosamente” y por ello entiende que no se dan las condiciones para romper en Extremadura. “Si es así, tendrán que dar sus explicaciones”, ha dicho. “Lo deseable es que las personas que estamos en política velemos por el interés de nuestra región y todos los extremeños. Yo no sé si en este caso Vox estará pensando en eso o va a estar obedeciendo órdenes de su partido a nivel nacional”, ha afirmado en un acto en Cáceres.
A preguntas de los medios, Guardiola ha asegurado que no tiene más información respecto a la continuidad de la coalición de la aparecida en la prensa porque “Vox en Extremadura no ha manifestado absolutamente nada”. “He preguntado a compañeros de Vox en Extremadura y no tenían conocimiento”, ha dicho tras lamentar que la formación de Santiago Abascal solo busque ganar “visibilidad como partido generando inestabilidad en las regiones”.
En Extremadura, la ejecución del pacto de gobierno PP-Vox en este primer año de legislatura se ha ceñido prácticamente al cumplimiento de las medidas económicas, entre las que destaca una rebaja de impuestos con un impacto de 65 millones de euros en las arcas autonómicas. Los rifirrafes más sonados han venido a cuenta de la igualdad, que Guardiola se afana en mantener como una de las señas de identidad de su gobierno pese a que la formación de Santiago Abascal rema en sentido contrario. Y aunque han sido varios los desencuentros, nunca habían pasado de farol: la prueba es el Debate sobre el Estado de la Región, que sirvió para refrendar el pacto de gobierno sin que la coalición aparcara sus diferencias en este ámbito. «No estoy de acuerdo con muchas cosas que Vox defiende, pero esa es la pluralidad”, dijo Guardiola en la tribuna.
Gobierno en minoría
Ahora, todos los escenarios están sobre la mesa, incluido un posible adelanto electoral, pero Guardiola puede seguir gobernando en solitario lo que resta de legislatura. Con sus 28 diputados en la Asamblea necesitará llegar a acuerdos con el resto de fuerzas políticas y una vez rota la relación con Vox, el PSOE sería determinante en esta nueva etapa. No sería fácil, pero ya hay un precedente: Guillermo Fernández Vara logró pactar con el PP y Ciudadanos los presupuestos de 2016 y 2017. La llave de la mayoría absoluta (33 diputados en Extremadura) la seguirán teniendo los cinco escaños de Vox, pero su influencia sobre el PP fuera del gobierno será mucho más limitada.
“Guardiola tendrá que gobernar en minoría o hacer lo que considere, ellos serán los responsables de la inestabilidad si realmente rompen el Gobierno y crean un problema a Extremadura”, ha afirmado al respecto el líder del PSOE, Miguel Ángel Gallardo. Empatados con el PP a 28 escaños en la Asamblea, Gallardo descarta presentar una moción de censura si Guardiola opta por gobernar en solitario: “Yo con Vox no quiero gobernar porque no me une a ellos absolutamente nada. Somos el agua y el aceite. Yo no podría nunca estar en un gobierno donde hay un partido que no defiende los principios más elementales de nuestra Constitución. Guardiola parece que sí puede gobernar con ellos. Es su responsabilidad”, ha asegurado.
El líder socialista ha lamentado que Extremadura “Extremadura ha pasado de tener gobiernos estables a un circo permanente en el que un día hablamos de proyectos conjuntos y otros de rupturas”. Considera además que la región está viviendo “el peor momento de sus 41 años de autonomía porque cada vez depende más de las decisiones que Feijóo y Abascal toman en Madrid”.