Las aceitunas son un clásico de los aperitivos en los hogares y en la hostelería española. Además de ser un alimento perfecto para consumir solo o compartir con amigos, tienen múltiples vitaminas y nutrientes. Si bien hay que limitar su consumo, una cantidad considerable de este alimento puede ayudarnos a prevenir la diabetes y adelgazar.
En España contamos con más de 200 variantes entre nuestros cultivos. Las variedades más populares son la hojiblanca, cornicabra, manzanilla, picual y arbequina. No obstante, es importante no confundir la aceituna con el aceite de oliva, que es el aceite del fruto del olivo.
En este contexto, la nutricionista Ana Colomer explica que las aceitunas son ricas en ácidos grasos, fibra y vitamina E, aunque su alto porcentaje en ácidos grasos supone un alto valor energético, 120 kilocalorías por cada 100 gramos. “El ácido oleico, que constituye el 99% de los ácidos grasos monoinsaturados, es el responsable en gran parte de los atributos saludables de las aceitunas”, explicaba también María José Sánchez, jefa del Departamento AINIA Consumer.
Este tipo de ácido puede beneficiar la regulación del colesterol en sangre. Además, el contenido en fibra “cubre casi el 5% de los objetivos nutricionales recomendados; siendo además una fibra muy digestiva, que ejerce un leve efecto laxante”, según indica la Fundación Española de la Nutrición.
El profesor del Departamento de Humanidades, Nutrición, alimentos y ejercicio en Virgnia Tech, sostiene que el ácido elenólico de las aceitunas puede provocar la liberación de las hormonas PYY y GLP-1 en el intestino.
“Forma parte de un grupo más grande de sustancias llamadas polifenoles. Se produce durante el proceso de maduración de la aceituna al descomponer la oleuropeína, el compuesto polifenólico más abundante en los suplementos dietéticos a base de extracto de oliva y hoja de olivo“. Estas hormonas pueden ayudar a restringir el acceso a las calorías durante la alimentación.