Al revés de lo que dice el tópico, el Barça está decidido a dejar entrar antes de salir. Dicho en otras palabras, el club no quiere repetir lo que sucedió el curso anterior, cuando Xavi Hernández se quedó con una plantilla muy corta de efectivos del primer equipo. Ahora, tanto el cuerpo técnico como el área deportiva coinciden en la necesitad de no abrir la puerta de salida antes de tiempo.
El pasado verano, el club planificó con una idea que no se cumpló a rajatabla y, después, para inscribir las cesiones de Cancelo y Joao Félix se vio obligado a dejar marchar a Eric y Abde. Antes había salido Ansu, cedido al Brighton, y también Kessié, Nico, Julián Araujo, Pablo Torre, Estanis y Álex Valle.
Al final, el decorado fue que a Xavi le quedó una plantilla muy corta, sobre todo tas las salidas a última hora de Abde y Eric. Y como la ley de Murphy no suele fallar, no tardaron en empezar a llegar las lesiones. Los múltiples contratiempos físicos provocaron que se catapultaran los minutos de Fermín y que, además, jugadores como Lamine, Cubarsí, Héctor Fort o incluso Marc Guiu pasaran a instalarse en la dinámica del primer equipo cuando en realidad esa no era la idea.
Flick no quiere precipitarse
Ahora, el Barça quiere maniobrar de forma muy diferente. Hasta que no sean una realidad las incorporaciones que se quieren llevar a cabo no se dará el OK a determinadas salidas. Al margen de que, además, Flick quiere ver en escena a todos sus pupilos antes de que se tomen decisiones en forma de salida. Para más inri, las lesiones de Araujo y Pedri y la ‘fuga’ de Eric, Fermín y Cubarsí a los Juegos Olímpicos provoca que Hansi aún tenga menos efectivos durante las primeras semanas de pretemporada.
El caso de Oriol Romeu es el perfecto ejemplo. Aunque sobre el papel no se cuenta con él, la limitación de efectivos en la medular provoca que, por ahora, el jugador vaya a empezar la preparación junto al resto de sus compañeros. El Barça lo tiene claro: el fondo de armario es muy necesario y no tenerlo pasó factura la última campaña.