España ha diversificado su pizarra táctica sumando más recursos a la hora de atacar a los rivales y hacerles daño. De la Fuente ha sabido combinar el legado del juego asociativo de posesión que ha recibido del ‘tiqui-taca’ con un estilo más vertical que lideran sus extremos, Nico Williams y Lamine Yamal. Y a eso le ha sumado un tercer elemento que se ha convertido rápidamente en rasgo identitario en esta selección, la presión tras pérdida. Esa diversificación la representa muy gráficamente el juego que Nico Williams y Lamine Yamal protagonizaron a la conclusión del partido ante Georgia disputándose una botella de agua. Piedra, papel o tijera. Lo que convierte a esta España en un equipo indefendible.
1. PIEDRA. Presión tras pérdida
Minuto 28 de España-Croacia, el centro del campo español presiona en la salida a Croacia provocando un mal pase que acaba en los pies de Fabián. El sevillano levanta la cabeza en el círculo central y ve a los centrales croatas fuera de sitio, advirtiendo un pasillo en el eje por el que filtra un pase que Morata lee perfectamente tirando un desmarque que le deja solo ante Livakovic. Lo tira al suelo amagando el remate con la derecha y marca con la izquierda. El primer gol español de la Eurocopa.
La presión ha generado un robo de balón gracias al cual los jugadores han generado una ocasión de gol con un solo pase. La presión tras pérdida, que se intensifica al localizar situaciones de ventaja en los laterales del campo, es un rasgo del fútbol de los equipos de Pep Guardiola que Luis de la Fuente y los suyos han sabido convertir en propio. La prueba de esa voracidad que golpea con la contundencia de una piedra a los rivales la confirman las 26 faltas, de las 35 que hicieron ante Croacia e Italia, que cometieron en campo rival.
2. PAPEL. El clásico tiqui-taca
El estilo que ha llevado a España a conquistar el Mundial y la Eurocopa en dos ocasiones mantiene su esencia en una selección con jugadores de buen pie capaces de cuidar la pelota como Rodri, Pedri, Fabián, Nico, Lamine… La pelota fluye en los pies de los españoles buscando superar cortinas defensivas con la aparición de los apoyos. Así llegó el gol de Ferran ante Albania, después de un gran pase de Aymeric Laporte a Dani Olmo a la espalda de los centrocampistas albaneses que superó dos líneas defensivas. El del Leipzig se giró y filtró un pase delicioso a la espalda de los centrales caucásicos y el Tiburón acabó convirtiendo en el primer gol con un sutil remate de rosca con la zurda.
El clásico juego de toque que bascula como un parabrisas de un lado a otro y en el que los laterales tienen mucho peso. Tanto Carvajal como Cucurella se incorporan junto a los extremos y Pedri o el mediocentro de ese lado para generar una ventaja a partir de lo que en la Masia se conoce como “el tercer hombre”. Luego si la defensa oscila para hacer la ayuda, el mediocentro se encarga de trasladar rápidamente la pelota a la otra banda donde se genera el uno contra uno con Lamine y Nico encarado a su rival.
Envuelven con su juego de pases a la zaga rival hasta aparecer por sorpresa en los espacios. Carvajal marcó el tercer gol ante los croatas ganando la espalda a la defensa, lo mismo que Fabián en el segundo gol ante Georgia. Dos asistencias de Lamine en dos pases con música que no supieron defender las defensas contrarias. Y si la cosa se complica, aparecen los mediocentros desde atrás para cumplir una de “las cuatro órdenes” que ha dado Luis de la Fuente: acabar las jugadas. Fabián lo hizo marcando el segundo a los croatas en una aparición al borde del área, y Rodri hizo lo propio para empatar el encuentro ante Georgia con un disparo que abrochó con su izquierda abajo. Llegadores con criterio para elegir el momento. Fata que Pedri se sume, porque Dani Olmo lo hizo ante los georgianos apareciendo desde atrás para poner el cuarto gol y cerrar la goleada que llevó a España a cuartos en Colonia.
3. TIJERA. Verticalidad en los extremos
El aporte más celebrado a la pizarra por parte de Luis de la Fuente es la incorporación de los extremos, ganando con ello una verticalidad por fuera que convierte a España en una selección con otro registro completamente distinto al que tenía hasta ahora. “La aparición de Nico y Lamine nos da un recurso que no teníamos hasta ahora. Son jugadores diferentes, de los que no hay muchos”, apuntaba Rodri preguntado por ello.
El tercer gol de Nico Williams ante Georgia lo habría firmado Kylian Mbappé. Precisamente un jugador del París Saint-Germain, Fabián, abrió esa jugada con un pase de 50 metros al carril de Nico, donde el del Athletic mostró toda su agresividad ofensiva atacando a su lateral, al que dribló antes de encarar a Mamardashvili y batirle por arriba. Las tijeras de España están afiladas.