El pasado 30 de junio finalizó la cuarta temporada de Joan Laporta como presidente del FC Barcelona en su segunda etapa en el palco, aunque bien es cierto que en la primera de estas cuatro temporadas solo fue presidente por espacio de unos meses, ya que las elecciones se celebraron en marzo del 2021. Las ganó con 30.184 votos por delante de Víctor Font (16.679) y Toni Freixa (4.769).
El balance de estas cuatro primeras temporadas de Laporta en el cargo deja luces y sombras en todos los aspectos y áreas del club.
Área deportiva
Si nos ceñimos al primer equipo de fútbol, han sido pocos, pero el Barça ha logrado una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España en estos años a pesar del delicado momento económico por el que está pasando y la fortaleza del Real Madrid. Uno de los aspectos positivos en este sentido es que el club mantiene intacta su reputación y grandes futbolistas todavía quieren seguir vistiendo de azulgranas. No hay más que ver casos como los de Lewandowski y Gündogan.
Además, Laporta siempre se ha mostrado un firme defensor de la cantera y la apuesta por La Masia se ha llevado a cabo con éxito. Jóvenes como Cubarsí, Lamine, Fermín, Gavi o Balde se han convertido en importantes en el primer equipo.
Otro aspecto positivo de la gestión deportiva ha sido seguir apostando por el equipo femenino, que se ha convertido en el mejor del mundo ganando esta última temporada un póker de títulos histórico: Champions, Liga, Copa y Supercopa. El Barça ha ganado tres Champions en cuatro temporadas.
Y a destacar también que las secciones, a pesar de los recortes obligados, siguen siendo competitivas. En la temporada 2022-23, se ganaron todas la Ligas, las seis. Esta temporada el equipo de balonmano ha vuelto a ganar la Champions y también suma tres en cuatro años.
Cosas negativas también hay. Para empezar el adiós de Leo Messi. Prometió el presidente que el argentino iba a renovar con su regreso al palco, pero acabó saliendo porque no se pudo asumir su ficha. Estaba todo acordado y a punto de firma cuando la negativa azulgrana a firmar el contrato que LaLiga proponía con CVC por los derechos de televisión lo echó todo al traste. Messi se fue entre lágrimas y enfadado con Laporta, que intentó sin éxito el regreso del crac de Rosario en el verano del 2023. La relación entre ambos no es la de antes.
Y si Messi no salió bien del Barça, aunque el presidente siempre ha dicho que tendrá el homenaje que se merece el mejor jugador de la historia del club, tampoco lo han hecho Ronald Koeman y Xavi Hernández. Si la destitución del neerlandés no fue discutida, sí lo fue la manera como se le trató meses antes de ser despedido, cuando solo siguió en el cargo porque no se encontró un relevo. Con Xavi, mucho peor. Se admitió en enero la dimisión en diferido del de Terrassa, cuando estaba fuera se pactó su continuidad y se representó en una rueda de prensa para acabar destituyéndole justo antes del último partido de Liga.
En cuanto a resultados, el equipo sigue lejos de los grandes de Europa. Ha tenido que ir dos veces a la Europa League por no pasar la primera fase de la Champions, con algunos brotes verdes este último curso, cuando incluso los aficionados se ilusionaron con la posibilidad de llegar a semifinales, ilusiones que el PSG se encargó de enterrar.
Se le recrimina a Laporta también haber perdido potencial en la dirección deportiva con las marchas de Mateu Alemany y Jordi Cruyff y que tengan demasiada ascendencia representantes como Jorge Mendes y Pini Zahavi, además de algunos fichajes fallidos de los 25 que ha hecho desde su llegada. La llegada de Vitor Roque escuece especialmente por los 30 millones fijos y los 31 en variables comprometidos.
En el apartado negativo y mirando al Palau, no ha funcionado la apuesta hecha en el basket esta temporada tras las marchas de Jasikevicius y Mirotic. Además, sigue la incógnita con la construcción del nuevo Palau. Josep Cubells, responsable del basket, indicó este lunes que quieren poner la primera piedra en el 2025 para que esté inaugurado en el 2027, admitiendo que el equipo deberá jugar la Euroliga en el Palau Sant Jordi o en un pabellón desmontable.
Área económica
La situación heredada era más que negativa y la actual, aunque ha mejorado sigue siendo preocupante. El propio Víctor Font, cabeza visible de la oposición, reconoció la pasada semana que la situación es mejor que la de hace un año y que no es crítica. La junta ha logrado esta temporada 2023-24 equilibrar el presupuesto sin necesidad de palancas. Se dejarán de perder esos 200 millones que desde hace años se perdían cada temporada o se salvaban gracias a operaciones extraordinarias. Ello se ha logrado gracias a una drástica y necesaria reducción de la masa salarial deportiva y al trabajo del equipo comercial, que ha logrado récord de ingresos. Se ha firmado durante el mandato un buen acuerdo de patrocinio con Spotify y falta poco para que se renueve con Nike, tras un pulso que llevó a Laporta a plantearse apostar por una marca de ropa propia, y la camiseta del Barça pase a ser la mejor pagada del mundo.
En cuanto a la deuda, que era de 1.350 millones se ha logrado reducir hasta los 1.100. El problema es que sigue siendo muy alta y deberían generarse más ingresos para poder ser devuelta. La idea es que pueda hacer cuando el Espai Barça esté en pleno funcionamiento.
Mantener la deuda por encima de los 1.000 millones sigue siendo un aspecto negativo, así como la pérdida de patrimonio para poder fichar jugadores durante el verano de las palancas. Se vendió un 25% de los derechos de televisión de la Liga a Sixth Street para 25 años. Pero lo peor de todo es la operación realizada como tercera palanca, la venta del 49% de Barça Studios por 200 millones de euros. Solo se han ingresado 40, se han producido impagos, nuevas ventas, reestructuraciones de los pagos… y el problema sigue, aunque desde el club siguen explicando que en breve un nuevo inversor aportará 60 millones de euros que permitirán al Barça operar en el mercado de fichajes con la regla 1:1.
Área social/institucional
El Barça ha logrado rehacer puentes y relaciones con LaLiga y la Federación y, aunque ha costado, ha actualizado el censo de socios, pero, sin lugar a dudas, lo mejor en estas cuatro temporadas ha sido la valentía de Laporta y su junta para iniciar las obras de remodelación del Spotify Camp Nou, algo necesario y que llega con muchos años de retraso. Esa valentía ha provocado elogios y críticas. Se ha discutido si era el momento idóneo para hacerlo con el club con una deuda muy importante y también si fue acertada la constructora, la empresa turca Limak. Desde el club, siguen defendiendo el crédito de 1.450 millones logrado de Goldman Sachs para tirar adelante el proyecto, un crédito que será retornado con los propios beneficios que genere el Espai Barça y también la elección de Limak por ser la que garantizaba menor tiempo de exilio en Montjuïc.
Precisamente, no haber logrado que los socios agoten las poco más de 27.000 localidades que tenían reservadas en el Olímpic Lluís Companys es una de las cosas negativas del mandato. Ese desapego se ha notado también en las Asambleas de Compromisarios.
Además, como aspecto negativo destaca la gran cantidad de ejecutivos que han abandonado el club en estos años. Desde el CEO, Ferran Reverter, hasta Maribel Meléndez, directora corporativa y la más alta ejecutiva del Barça hasta hace unos meses. Pasando por nombres destacados como los de Mateu Alemany, Jordi Cruyff, Franc Carbó, Markel Zubizarreta, Mike Puig, Àlex Barbany, Ramon Ramírez, Ferran López… la lista es infinita y algunos de ellos no han sido reemplazados. Que Laporta decidiese gobernar el club como una empresa familiar y que se apoye mucho en su núcleo duro no ha ayudado. Precisamente por ello ha sido acusado de falta de transparencia, como en las recientes informaciones sobre como los directivos hicieron frente a los gastos del aval.
Que la anterior junta de Laporta también se haya visto salpicada en el ‘Caso Negreira’ no es bueno, pero sí lo es la manera como el presidente y su junta han defendido y siguen defendiendo la inocencia del club. Las últimas sentencias judiciales han sido positivas para el presidente Laporta.