Después de que el PSOE volviera a registrar su Ley del Suelo -esta vez junto al PNV y después de verse obligado a retirar la propuesta en el último momento por falta de apoyos en el Congreso hace un par de semanas- el PP mueve ficha y ultima su propia iniciativa -que implicará varias reformas al mismo tiempo para alumbrar una Ley de Desarrollo Urbano y Vivienda-. Primero la aprobará en el Senado con su mayoría absoluta y, después, llevará al Congreso. El tiempo ya es limitado porque el curso parlamentario está a punto de terminar. Pero antes de que lo haga se darán nuevos pasos y en septiembre la vivienda volverá a ser la gran baza política.
Como publicó este diario, los dos grandes partidos pelean por tomar la delantera en el asunto y la vicesecretaria del ramo popular, Paloma Martín, confirma que tendrán conversaciones con el resto de partidos en el seno de la comisión para recabar apoyos.
El PP cierra la puerta a la propuesta del PSOE porque entiende que el nuevo registro “tiene los mismos problemas” de la anterior vez y no resuelve las exigencias que ponían encima de la mesa los conservadores, sobre todo en lo que tiene que ver con garantizar la seguridad jurídica. Los populares son muy críticos con la política de vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez y no ven que haya cambiado nada: “Han vuelto a hacer lo mismo. Y registran la ley de nuevo sin llamar al PP ni a las CCAA”, se quejó Paloma Martín.
Que los socialistas hayan registrado la nueva propuesta con el PNV confirma que ya tienen amarrado el apoyo de los nacionalistas vascos. Por tanto el PP necesitará, además de mantener el apoyo de Vox, amarrar el de Junts. Los partidos de la izquierda (desde Sumar a ERC o Bildu y Podemos) son absolutamente contrarios a la propuesta del PP. De hecho, también lo han sido hasta ahora con la de los socialistas, que iban a tumbar con una enmienda a la totalidad. Por tanto, solo estaría encima de la mesa la posibilidad de que el partido de Carles Puigdemont respalde a los conservadores.
La propia Martín sacó pecho de la capacidad demostrada por su partido para sacar adelante propuestas en el Congreso “desde la oposición”. La última vez fue la semana pasada, precisamente con una proposición de ley para aumentar las penas a delincuentes leves multirreincidentes. PNV y Junts apoyaban la iniciativa e incluso el PSOE terminó sumándose.
La iniciativa del PP no implica solo una nueva Ley del Suelo, sino que derogaría varios aspectos de la ley de vivienda como la declaración de zonas tensionadas y lo que los conservadores llaman “la tolerancia con la okupación”.
La vicesecretaria popular denunció que el mercado del alquiler lleva tiempo “estrangulado” por culpa de las políticas del Ejecutivo y considera que no es viable una reforma de la Ley del Suelo, sino que se debe aprobar un paquete completo para dotar de seguridad jurídica a todo el sector, y especialmente las comunidades y los ayuntamientos que tanto tiempo llevan reclamando una nueva norma.