Casi tres años, desde el Gran Premio de Arabia Saudí de 2021, han pasado de la última victoria de Lewis Hamilton en F1. Hasta hoy. El heptacampeón ha resurgido de sus ‘cenizas’ en su pista talismán de Silverstone, en la que de niño forjó su pasión por la velocidad y en 2006 se ganó su plaza convenciendo a Ron Dennis en un test con McLaren. Lewis se ha derrumbado tras cruzar la meta, ovacionado por sus compatriotas. Ha roto a llorar desconsolado y minutos después, ante las cámaras, ha mostrado su lado más humano.

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